22

18K 1.4K 204
                                    

TREGUA
_____________

— Ya has estado jugando conmigo todo este puto tiempo — refunfuñé poniendo más presión sobre su cuello con mi varita.

— Oh, sí, y no te imaginas cuánto lo he disfrutado — susurró, todavía con esa sonrisa interrumpida. — Hacer que sintieras el dolor que tu madre hizo pasar a esos traidores de la sangre fue lo más divertido que he hecho en esta estúpida escuela. Deberías haber visto tus ojos llorosos y cómo trataste de desafiarme — se rió histéricamente. —Realmente pensaste que era Ojoloco Moody, ¿no?

— ¿Te estás convirtiendo en uno de los buenos ahora, Crouch? Torturando a los niños de Slytherin..., eso me suena a mierda de Auror — respondí sarcástica ignorando su comentario anterior.

— ¿Qué pensará mamá Snape cuando sepa que su hija más querida, su mejor arma para el Señor Oscuro, es ahora una puta traidora a la sangre? — amenazó, agarrando un mechón de mi cabello y demostrando que no me tenía miedo. — Te maldije para mostrarte lo poderosa que serías si estuvieras a nuestro lado, te maldije para mostrar mi poder sobre ti.

— No la toques — escupió Snape con su voz tranquila habitual, agarrando el brazo de Crouch y retirándole la mano de mi cabello mientras le daba una mirada penetrante.

Crouch se rió con desdén cuando Snape comenzó a arrastrarlo, alejándolo de mi. —¿Sabes qué, Lilith? Seré un héroe una vez que regrese a Azkaban y tal vez tu madre finalmente me deje follarla — se rió entre dientes girando su cuello para mirarme. — Dejaré que me llame "Ares" si quiere.

La rabia me invadió de arriba a abajo y con mi visión más aguda y roja que nunca, agarré mi varita y lo señalé.

— ¿Sabes qué, Crouch? Creo que ni siquiera estamos en igualdad de condiciones. Tú me maldeciste con una de las Maldiciones Imperdonables pero, en cambio yo, no he tenido la oportunidad de devolvértela.

— ¿Qué va a maldecir una perra traidora? No tienes lo que se necesita, pequeña Snape.

Me había maldecido con un Imperio. Había abusado de su poder sobre mí. Era uno de los Mortífagos favoritos de mi madre. Trató de marcarme cuando era un bebé sabiendo que la marca era tan dolorosa de recibir, que el dolor podría haberme matado. Estuvo de acuerdo en tratar de convertirme en un arma para su Señor Oscuro...

Me maldijo.

Ahora era mi turno.

— ¡CRUCIO! — grité y vi cómo la luz roja lo golpeaba, bajo la mirada desconcertada de mi tío.

Barty Crouch Jr cayó al suelo y empezó a retorcerse de dolor, alternando sus gritos con su risa histérica.

Cuando haces una maldición imperdonable, tienes que sentirlas para que funcionen. ¡Siéntelo Lilith! ¡Siéntelo!

— Oh, querida — el hijo de puta suspiró con una voz quejumbrosa y exhausta. — Podrías haber sido una Mortífago increíble.

Gruñí en voz alta e intenté maldecirlo de nuevo, pero el cuerpo de Snape se interpuso entre nosotros y agarró mi mano casi estrangulándola.

— ¡¿Qué crees que estás haciendo, Lilith Medea?! — escupió con decepción. — ¿Te has vuelto loca?

— Quítate, Severus — murmuré lentamente.

— ¿Para que vuelvas a maldecirlo con una de las imperdonables? Ni hablar — puso más fuerza en su agarre. — Dejaré pasar esta porque eres mi sobrina, pero si alguna vez te atreves a maldecir a uno de ellos y seguir el camino de tu madre, no dudaré en enviarte a una celda en Azkaban a su lado, ¿entendido?

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora