WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

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CASTIGO Y RECOMPENSA
TW: contenido sexual
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No tuve mucho más tiempo para pensar en mis sentimientos hacia Fred ya que poco después, el Ejercito de Dumbeldor al completo, nos metimos en un gran problema.

Umbridge nos atrapó debido a que la amiguita de Cho nos había delatado, y estaba increíblemente cabreada por ello.

Poco después de lo ocurrido con mi Patronus, la gran puerta de la Sala de los Menesteres había explotado mostrando a la vieja perra rosada que nos miraba con satisfacción, a Filch y la Brigada Inquisitorial al completo, incluyendo a Draco, quien me había mirado como si lo hubiera traicionado.

Por supuesto, todos acordamos en silencio no revelar nada sobre las prácticas, a pesar de que Umbridge, nos llevó a todos a la oficina del director para que nos enfrentáramos a Dumbledore y al mismísimo Ministro.
Allí, el pobre Harry fue arrastrado a primera fila para cargar con toda la culpa. Joder, si pudiera maldecir a esa perra...

Fudge trató de confrontar a Dumbledore muy acaloradamente cuando el anciano, sorprendentemente, asumió la culpa, nombrándose a sí mismo el fundador del grupo y diciendo que él era quien planeaba todo. Mientras el Ministro discutía con él, quien permanecía tranquilo, reconocí a Percy Weasley de pie junto a Kingsley.

Mis ojos se dirigieron directamente a Fred y lo encontré a un par de pasos de mí, mirando a su hermano mayor. Sabía que nunca tuvieron un vínculo estrecho debido a lo diferentes que eran, pero después de enterarme de cómo Percy había rechazado a su familia y se había sentido avergonzado por ellos, además de que había tratado de tachar a Harry de mentiroso, su relación se había vuelto aún más fría y distante.

Tras una salida bastante asombrosa por parte de Dumbeldor antes de ser enviado a Azkaban, Umbridge se encaró contra nosotros para citarnos en detención durante una semana entera y ya podía imaginarme la punta afilada de la pluma entrando en mi piel. Puta vida.

Harry tragó saliva pero se mostró confiado, listo para confrontarlo ya que tampoco era su primera vez. Algunos de los demás estudiantes se estremecieron y jadearon, y otros le lanzaron puñales con la mirada a la amiga de Cho.

Cuando salía de la oficina, lista para ir a mi dormitorio y olvidarme de que existía alguien más, noté que alguien me agarraba de la muñeca.

—Creo que tú y yo tenemos algo de qué hablar.

—¡Vete a la mierda, Draco!— bramé exhausta tratando de deshacerme de su agarre.

—¡No hasta que me expliques qué diablos significa todo esto!

—¡¿Qué quieres que te explique?! ¡¿Que Harry me ofreció aprender la magia adecuada que quería aprender y que Umbridge no nos enseñaba?! Pues mira lo acepté, sí, porque soy una maldita bruja y me gusta practicar magia. Eso es todo.

—¿Y por qué no me lo dijiste? ¿Dónde se supone que está la lealtad hacia Slytherin?— frunció el ceño, realmente molesto.

—Ya te dije que no confiaría en ti hasta que dejaras de comportarte como el perro faldero de Umbridge y mira lo que me he ganado de todos modos. ¿Y te atreves a hablarme sobre la lealtad hacia Slytherin? ¿Crees que solo porque no nos quitas puntos te estás comportando como un verdadero Slytherin? No, Draco. Ahora, déjame en paz, tengo cosas que hacer.

—¡Estás enfadándote conmigo sin razón! ¡Fue esa chica de Ravenclaw quien se chivó a Umbridge!

—Me importa una mierda eso. Tú eres el que se ha unido a la puta Brigada Inquisitorial a pesar de que sabías cuánto me había jodido Umbridge. Pero está bien, Draco, déjalo. No quiero discutir contigo, con la única que puedo estar enfadada de verdad es con la zorra de Umbridge.