96

9.2K 688 218
                                    

LA CASA ARAMBELLA
_____________

Estaba amaneciendo y aunque estábamos bastante privados de sueño, Fred y yo dimos un pequeño paseo cerca del río Támesis, con manos entrelazadas y respiraciones tranquilas mientras caminábamos entre la inmensa cantidad de muggles. El pelirrojo estaba tratando de ocultar el asombro en su rostro, especialmente porque ir a Londres - e ir a otro lugar que no fuera el Callejón Diagon - no era algo muy común para los magos.

Después de que Fred curase el corte en mi labio y el hematoma con un simple toque de su varita y dejando a su vez una pequeña caricia, tratando de alejarnos del Ministerio lo más posible, terminamos en el otro lado de la ciudad, en una pequeña cafetería acogedora y cálida cerca del puente Southwark que tenía una gran vista del río y de buena parte de la ciudad. Una vez que entramos, Fred parecía tan ensimismado que sentí un inmenso cariño  al ver sus ojos curiosos y abiertos de par en par.

Era un día lluvioso, nada nuevo aquí, pero estábamos tan necesitados de un poco de luz y aire fresco que nos sentamos en una de las mesas libres cerca de las ventanas. La cafetería no estaba tan llena como la última vez que la había visitado, cosa que agradecí profundamente.  Pronto, una simpática camarera se acercó a nosotros;

— Un chocolate caliente con crema batida, por favor — ordené, sonriéndole amablemente.

— Claro — respondió ella mientras lo anotaba en una libreta. — ¿Y para tu novio?

Abrí los ojos ampliamente, sintiendo como mi sangre corría rápido por mis venas e inmediatamente miré a Fred, cuya expresión facial no se diferenciaba mucho a la mía.

Finalmente, el pelirrojo salió de su ensoñación y se las arregló para volver a mirar a la chica, la cual seguía ajena a lo que acababa de pasar.

— Uhmm- lo mismo que ella, por favor —  respondió en un susurro silencioso y tartamudo.

La chica asintió y se detuvo por un segundo, mirándonos a los dos con una sonrisa;

— Hacéis muy linda pareja.

Estaba a punto de corregirle pero Fred me interrumpió primero;

— Gracias — sonrió, un poco sonrojado.

La chica lo anotó y volvió a la barra para preparar nuestros pedidos.

Le sonreí a Fred; — ¿Por qué no le has corregido?

Él simplemente se encogió de hombros. — A ver, lo nuestro es una historia un poco larga, ¿no? Además, creo que ambos podemos decir que lo que tenemos no es una amistad inocente y normal.

— Claro, pero pensé que te haría sentir incómodo.

— Para nada — dijo honestamente. — ¿Y a ti?¿Te ha incomodado?

Sonreí. — No, es solo que nunca hemos hablado de esto.

Fred respiró hondo, mirando por la ventana;

— Bueno, últimamente nunca tenemos la oportunidad, ¿verdad? Además, no quiero tener grandes expectativas de estar en algo más que en una amistad especial...

— Cuando estamos en medio de una guerra — completé, hablando al mismo tiempo que él. Nos miramos el uno al otro ambos nos reímos entre dientes.

— Sí, no quiero tener demasiadas...

— Esperanzas — completó asintiendo. — Es bueno ser optimista, pero no irreal y Merlín sabe lo que pasará mañana. No puedo ni quiero empezar a hacer promesas si no sé si viviré para cumplirlas.

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Where stories live. Discover now