WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

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AL FINAL DEL DÍA
TW: contenido sexual
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Fred rodeó mi cintura con sus manos para ponerme en medio de mi cama. Tiré de su cabello obteniendo un gemido ronco de sus labios que se perdió en los míos. 

— Me tienes tan enganchado a ti...— susurró en mi boca mientras balanceaba sus caderas contra las mías, dejándome sentir su dureza a través de los pantalones deportivos que llevaba. 

Comenzó a chupar la piel de mi cuello, dejando chupetones que definitivamente no se irían en un tiempo, y metió una de sus manos dentro de mis bragas para acariciarme lentamente, provocando que un gemido suave y ahogado se escapara de mis labios tan pronto como sintieses tú que sobre mi piel.Un gemido suave y ahogado escapó de mis labios tan pronto como sentí su toque ardiente sobre mi piel. Sus dedos inmediatamente encontraron mi clítoris y comenzaron a hacer lentos círculos sobre él, volviendo mi mente loca. 

— Freddie...

— Déjame ver de nuevo esos bonitos piercings— bromeó, quitándome la camisa lentamente y admirando mi cuerpo. Se lamió los labios, cubriéndome con los ojos de arriba a abajo, acelerando el movimiento de su pulgar e insertando dos dedos dentro de mí. 
— Tan jodidamente hermosa...

Cada centímetro de mi piel lo reclamaba y la hipersensibilidad debido a la cantidad de tiempo sin sexo me hacía sentir tan hambrienta de él que apenas podía pensar en otra cosa que no fuera Fred follándome. 

Sonrió cuando me vio inclinar la cabeza hacia atrás. — Mírate, qué lindo lío...

Se inclinó para que su rostro estuviera a la altura de mi cuerpo y ahuecó mi pecho, luego rápidamente pasó su lengua por mi pezón, jugando con mis piercings y enviando estremecimientos directamente a mi sensible clítoris. Chupó, mordió y besó, dejándome sin palabras. 

— Joder...— murmuré con la voz ronca una vez que sus dedos se retorcieron y lo noté reír de la manera más seductora que jamás había escuchado. 

Fred me besó la línea de la mandíbula para luego mirarme directamente a los ojos con esa mirada penetrante que me desarmaba de la manera más hermosa posible.  — Mi linda y necesitada Lilith...

Le sonreí y dejé que mis manos recorrieran su torso, grabando con la punta de mis dedos el recuerdo de cada una de sus pecas, cicatrices y lunares expuestos hasta que llegué hasta la cinturilla de sus pantalones y escabullí mi mano para acariciarlo tan tortuosamente como lo hacía conmigo. Ante eso, inclinó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos y dejó escapar un gemido ronco de su tenue sonrisa. 

— Apuesto a que estás desesperado por follarme, ¿no es así, Freddie? — le susurré en respuesta, dándole una sonrisa felina mientras tomaba mi otra mano para acariciar mi pecho bajo su intensa mirada. 

— Joder, sí que lo soy.

Me quitó la mano de mi propio pecho y volvió a chuparlo y besarlo, dejando que su lengua jugara con el piercing mientras sus manos iban directamente a bajar sus pantalones de chándal, dejando que su pene se liberara y ya rozara mi humedad. 

— Quiero que me mires. Quiero ver tu bonita cara una vez que esté dentro— murmuró, mirándome directamente a los ojos y agarrando mis piernas para ponerlas alrededor de sus caderas.  El pulgar de Fred pasó por mi labio inferior y lo chupé, manteniendo contacto visual con el pelirrojo. Gimió y, alineando su polla contra mi coño, empujó con fuerza dentro de mí. Gemimos en la boca del otro y tiré más fuerte de su cabello. — Oh, cariño, te sientes incluso mejor que la última vez...

— Mierda, Freddie, vas a acabar conmigo...

Le arañé la espalda mientras él empezaba a empujar más duro y más fuerte dentro de mí. Volvió a inclinar la cabeza hacia atrás y cerró los ojos con notoria dificultad para respirar. 
Qué vista...