En el momento en que el pequeño tirano de los nobles, Roel Ascart, vio a su hermanastra, recupero sus recuerdos.. Se dio cuenta de que estaba en el mundo de un juego de chicas que jugó en su vida anterior. Para empeorar las cosas, ¡era el villano má...
"Lord Roel, Lord Nora, ¿el pan servirá? Aquí hay un poco de mermelada que compré a un vendedor ambulante. Va muy bien con el pan".
"Gracias, Klaude. ¿No vas a comer tú también?
"Estoy bien. No hace mucho que comí ".
Desde que Roel y Nora llegaron al monasterio, el monje de mediana edad había estado luchando para atender todas sus necesidades, sin descansar en lo más mínimo. Era casi como si tuviera miedo de descuidarlos.
Al sentir un par de ojos llenos de respeto y admiración mirándolo fijamente, Roel sintió un gran dolor de cabeza.
(¡Puntos de afecto +100!)
¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Me reconoces siquiera? No es como si yo fuera una especie de dios que ha descendido sobre el mundo para ofrecerte la salvación, entonces, ¡¿por qué me estás dando tantos puntos de afecto?!?!
Roel nunca había pensado que el afecto también podía ser tan agobiante. Cada vez que veía una luz verde que emanaba de la cabeza de Klaude, sentía que el peso sobre sus hombros se volvía cada vez más pesado, como si alguien estuviera colmando expectativas sobre él.
Espera un momento. ¿Podría ser porque... soy demasiado guapo?
Roel masticaba una rebanada de pan mientras asentía solemnemente con la cabeza. Sintió que su conjetura tenía perfecto sentido. De lo contrario, ¿por qué un extraño los trataría tan bien como para ofrecerles raciones preciosas?
¡Uno debe saber que era toda la Capital Santa la que estaba en confusión en este momento! Incluso si fueran hijos nobles, no había garantía de que obtendrían una recompensa por devolverlos a sus padres, especialmente porque sus padres muy posiblemente estuvieran muertos.
"Klaude, ¿puedo hacerte algunas preguntas?"
"¡Sí, por supuesto! ¡Siéntete libre de preguntar!"
Mientras la mente de Roel todavía deambulaba por todo el lugar, Nora entabló una conversación con este monje demasiado apasionado.
"¿Están combatiendo los ejércitos del Príncipe Wade y la Princesa Victoria?" preguntó Nora.
Esta era una pregunta extraña, considerando cómo la lucha había estado sucediendo durante medio mes. Era imposible que alguien en la Santa Capital no lo supiera. Como es comprensible, Klaude se sorprendió, pero pronto se recuperó.
¡Por supuesto! Los Santos Hijos acaban de descender del cielo, solo para encontrarse con tal caos. Todavía deben estar tratando de comprender la situación. Oh ho, ¿no es esta una buena oportunidad para mostrar mi valía?
