En el momento en que el pequeño tirano de los nobles, Roel Ascart, vio a su hermanastra, recupero sus recuerdos.. Se dio cuenta de que estaba en el mundo de un juego de chicas que jugó en su vida anterior. Para empeorar las cosas, ¡era el villano má...
Mientras Roel seguía en la universidad en su vida anterior, el estrés por haber suspendido los exámenes de fin de curso solía llevarle a convertirse en un cliente habitual de la biblioteca, donde se encontró con que era una víctima más de las viciosas "citas de la biblioteca".
Los tres movimientos asesinos de las citas en la biblioteca (agarrarse de la mano, inclinarse hacia atrás y susurrar secretos) habían dejado al soltero Roel en una desesperación absoluta, derrumbándose débilmente en el suelo por la derrota.
Sin embargo, ¿quién podría haber sabido que algún día él también se convertiría en una de estas personas?
Al sentir la suave y tierna sensación en sus manos, Roel no pudo evitar lamentarse de que el mundo laboral seguro era duro. Para asegurarse de que no se perdieran ninguna información que pudiera conducir a una visión, los dos habían estado tomados de la mano mientras leían todo este tiempo.
Desafortunadamente, hasta ahora no ha habido mucho progreso.
Después de que varios intentos de contacto físico fracasaron, Roel y Charlotte dirigieron su atención a otra parte y decidieron investigar la carta y su mensaje.
El contenido de la carta fue bastante breve. No importa cómo lo vean, solo había dos pistas que podían usar para su investigación.
Lo primero y más importante fue la ubicación mencionada en la carta, el puerto Twohorn.
Roel personalmente no estaba muy familiarizado con el lugar. De hecho, lo único que sabía al respecto era que no estaba ubicado dentro del Feudo Ascart. No era como si no hubiera intentado buscar los registros para ver si podía encontrar algo sobre 'Twohorn Port', pero no había mapas en la mansión que mencionaran algo al respecto.
Al principio, Roel pensó que los mapas estaban simplemente incompletos.
Ya no estaba en un mundo donde los mapas eran precisos y comunes; en este mundo, los mapas eran inteligencia estratégica que tenía un impacto consecuente en la guerra, lo que los hacía muy valorados. Además de eso, no había tecnologías avanzadas en este mundo para obtener imágenes aéreas del terreno, ni herramientas para ayudar a dibujar el mapa. Todo tenía que hacerse manualmente.
La cartografía era una ocupación muy exigente en términos de habilidad. Tuvieron que dirigirse ellos mismos a la región que se estaba mapeando y estudiar el área, realizar mediciones y hacer estimaciones, antes de detallar la información en una hoja de papel.
Además de lo agotador y duro que era el trabajo, también era muy peligroso. Explorar regiones traicioneras ya era bastante difícil de por sí, pero encima solían ser mal recibidos. No había señores de feudos que estuvieran dispuestos a que su propio territorio quedara expuesto a los demás. Si alguien era sorprendido creando en secreto un mapa de un feudo, esa persona sería arrestada e interrogada.
