En el momento en que el pequeño tirano de los nobles, Roel Ascart, vio a su hermanastra, recupero sus recuerdos.. Se dio cuenta de que estaba en el mundo de un juego de chicas que jugó en su vida anterior. Para empeorar las cosas, ¡era el villano má...
En un bosque, un niño con un báculo negro y liso con incrustaciones doradas se encontraba sobre un campo de hierba, rodeado por los ojos y los vuelos de los pájaros cercanos. Los rayos del sol atravesaban las grietas del dosel para brillar sobre su cuerpo, haciendo que su amable aspecto fuera aún más cálido.
La atmósfera serena y el chico guapo creaban una escena bastante pintoresca, pero a diferencia de su expresión tranquila, Roel estaba en un estado de shock.
"¿Peytra? ¿Eres tú?"
"Si, soy yo. Que ha sido un tiempo. ¿Todavía te está yendo bien?"
"Bueno ... no creo que puedas decir exactamente que me está yendo bien".
Al escuchar la alegre pregunta de Peytra, Roel miró su propio cuerpo con una expresión de impotencia. Ya había pasado una semana desde que dejó el Estado de Testigo, pero su estado apenas había mejorado. Si bien no había dicho mucho al respecto, la verdad es que estaba extremadamente preocupado.
Dicho esto, eso no era lo que más le preocupaba en este momento.
"Peytra, es raro verte salir. ¿Ha pasado algo?"
"Mm. Sentí un aura familiar en los alrededores, así que salí a echar un vistazo. No esperaba ver algo así".
La voz de Peytra tenía un toque de "reminiscencia" y nostalgia. Roel pudo sentir que su mirada estaba dirigida hacia el báculo que sostenía. Intuyendo que podría haber algún tipo de relación entre la Serpiente de Nueve Cabezas y la Serpiente del Mundo, rápidamente preguntó sobre el asunto.
(Reminiscencia: Recuerdo impreciso de un hecho o una imagen del pasado que viene a la memoria)
"Estrictamente hablando, la Serpiente de Nueve Cabezas puede ser considerada como mi progenie. Todas las serpientes de este mundo son mis descendientes. Sin embargo, a diferencia de nosotros, las bestias santas, son bestias demoníacas desprovistas de Atributos de Origen. La Serpiente de Nueve Cabezas es poderoso, pero no tiene espíritu ni sensibilidad. Sólo puede obedecer a sus instintos primarios... fui yo quien lo mató ".
"¿Ah?"
Las últimas palabras de Peytra sorprendieron a Roel con la guardia baja. Continuó relatando un cuento que se remonta a la Era Antigua.
Era una historia sobre una guerra entre dos facciones entre las bestias santas, un conflicto sobre los atributos de origen entre la primera población indígena del mundo que Sia había creado. Incluso un ser tan antiguo y estimado como Peytra se vio envuelto en el conflicto y se convirtió en el representante de la Facción del Atributo de Origen.
La Facción Primigenia opuesta quería mantenerse fiel a sus instintos primarios, persiguiendo una mayor fuerza y ferocidad. El representante de las serpientes de esa facción era la Serpiente de Nueve Cabezas.
