Capítulo 134: Las preocupaciones de un hogar rico

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Charlotte Sorofya miró el cielo estrellado arriba, su corazón latía con inquietud.

Habían pasado cinco días desde que su convoy salió de los límites de Rosa. Había atravesado la cordillera de Worun para llegar a la zona sur del Feudo Ascart.

Como una casa noble a la que no le faltaba dinero, el convoy de los Sorofya naturalmente se destacó de los demás. El convoy consistió en una larga procesión de opulentos carruajes protegidos por un ejército de 500 soldados.

Estos soldados eran profesionales provenientes de una banda de mercenarios heréticos conocida en toda Sia por su destreza en la guerra defensiva, y tenían un contrato a largo plazo con Rosa. Estos soldados poseían el Atributo de Origen Inquebrantable, que se decía que provenía de la Diosa de la Tierra primordial. Sin embargo, se dijo que la Diosa de la Tierra ya había fallecido en la Primera Época, por lo que el riesgo de que estos soldados cayeran en la depravación era muy bajo, lo que los hacía dignos de confianza.

La mayoría de las famosas bandas mercenarias de Sia estaban formadas por organizaciones heréticas, ya que el mercenario era uno de los pocos trabajos adecuados que los herejes podían asumir.

La mayoría de ellos no emprendería ninguna misión que implique entrar en el territorio de la Teocracia de Saint Mesit, pero como dice el famoso refrán, ' No hay nada que el dinero no pueda resolver, y si lo hay, solo significa que no estás usando suficiente dinero '.

Dado que la persona a ser escoltada esta vez era la Primera Señorita de la Casa Sorofya, el presupuesto asignado para esta misión fue más que amplio; para ser más exactos, fue diez veces más que cualquier misión de escolta encargada por cualquier otra casa noble. Además de eso, la misión en sí tampoco era peligrosa, y el destino no estaba demasiado lejos.

En vista de los bajos riesgos, los mercenarios de la Secta Inquebrantable no estaban en una buena posición para rechazar una solicitud de sus clientes a largo plazo. Sería una tontería rechazar una solicitud de sus clientes más importantes, y además ... ¿quién en su sano juicio rechazaría el dinero fácil?

Los mercenarios eran caros de emplear, pero igualmente caros eran los artículos personales que Charlotte llevaba consigo. Era una extravagancia más allá de la imaginación de la mayoría de las personas en este mundo, y eso también incluía a los nobles.

Considere esto, no solo Charlotte viajaba aquí, sino toda su casa.

La casa móvil de Charlotte se conocía como 'Diamond Rivière' y estaba formada por 16 vagones. Cada uno de estos carruajes contenía una habitación independiente, ya fuera su dormitorio, estudio, salón, cocina e incluso el jardín en el que prefería tomar el té de la tarde. Siempre que viajaba, estos 16 carruajes siempre la acompañaban.

El pequeño tirano no quiere encontrarse con un mal final - Parte 1Where stories live. Discover now