Capítulo 85: Por favor, sálvalo

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"¡Victoria, la he traído aquí!"

En medio del campo de batalla, Ponte Ascart descendió del cielo junto con una joven en sus brazos, aterrizando en una formación de escudo formada por sus soldados de confianza. Victoria pasó rápidamente los derechos de mando a su vicecomandante antes de correr al lado de Ponte.

Victoria se veía muy diferente de cómo se veía en Labyrinth Villa. No se veía por ningún lado la habitual expresión de altivez en su rostro; al contrario, parecía profundamente preocupada. Como miembro de la familia real, vivió su vida con una máscara. Por lo general, interpretaría el papel de una mujer elegante y obediente, pero en este momento, estaba revelando sus verdaderas emociones.

Por más fácil que le hubiera parecido a Ponte pavonearse solo en medio del campamento enemigo, en realidad era una misión plagada de peligros. Tanto el príncipe Wade como el marqués Felder poseían poderes que rivalizaban con Ponte. Sin embargo, usando sus ventajas como mago de la Facción Lengua de Hexton, aún se las arregló para deshacerse de ellas con facilidad. Sus valientes hazañas no solo habían hecho que el corazón de Roel latiera de emoción, sino que también había capturado aún más el corazón de cierta mujer y había elevado la moral de sus aliados.

"Bienvenido de nuevo, maestro. ¿Qué le pasa a este niña?

Victoria exhaló un suspiro de alivio por dentro después de ver a Ponte aterrizar de forma segura en el suelo antes de volver la mirada hacia la joven que sostenía bajo el brazo. Cuando vio que el poseedor del linaje real era en realidad una mujer, arrebató a la joven de las manos de Ponte sin dudarlo.

Si bien Ponte era un hombre recto, como decía el refrán, no había humano sin algún tipo de fetiche peculiar. Debido al costo de sus hechizos, sus preferencias por las mujeres estaban completamente expuestas a Victoria, y esta también fue la mejor carta de triunfo de Victoria para mantener a Ponte bajo control.

Sí, sabía que a Ponte le gustaban las mujeres pequeñas y de pecho plano. Hasta ahora, según sus observaciones, no parecía que a Ponte le gustaran los niños, pero aún así, es mejor prevenir que curar, ¿verdad?

Por otro lado, Ponte también se quedó sin habla por lo sensible que era Victoria sobre este asunto. Intencionalmente había sujetado a Nora por la cintura para evitar extraños malentendidos, pero ¿Quién podría haber pensado que todo era inútil?

"Yo ... yo realmente no lo soy ... ¡Ey, olvídalo!"

Al ver a los soldados que los rodeaban en ese momento, Ponte no se atrevió a decir esas palabras en voz alta. Sabía que probablemente sería inútil de todos modos, como lo demostraron las muchas veces que antes había tratado de aclarar el malentendido.

Mientras tanto, Victoria miraba más de cerca a sus parientes de sangre recién descubiertos, y su cuerpo se congeló tan pronto como vio el rostro de la niña. La niña tenía hermosos rasgos faciales que recordaban a un ángel santo, cabello dorado que brillaba como la luz del sol y una figura elegante. Era una apariencia que incluso la misma Victoria estaba asombrada.

El pequeño tirano no quiere encontrarse con un mal final - Parte 1Where stories live. Discover now