10. No sé a quien conquisto.

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THIAGO

Después de ese momento un tanto extraño, salimos de la casa al ver que no había nadie afuera. El mensaje de Rodrigo nunca lo llegué a responder, no creo necesario darle explicaciones.

Aún que, estar con Emily en silencio es agradable, estoy en paz y no escucho su voz haciendo pregunta tras pregunta.

«Estar con ella en silencio es agradable.» solté una pequeña sonrisa sin que ella se percate.

—Gracias —dijo ella rompiendo el silencio.

«Mis segundos de paz se acabaron»

—¿Por qué?

—Hace un momento tu... me ayudaste a escapar de ahí.

—No lo tomes a pecho, solo lo hice por impulso.

En realidad pensaba que ella era Samy.

—Ya veo... ¿Y cómo vas con eso? —la mire confuso—. Ya sabes, con lo de estar con Samy.

—Acaba de pasar una semana, es muy pronto no crees.

—Bueno, si —se limito a decir.

—Y tú —suspire exhausto—, ¿Cómo vas con el idiota de Rodrigo?

—Pues somos amigos y deja de llamarlo así.

—Como quieras, él siempre será un caso perdido.

—¿Qué? —frunció el ceño confusa.

—Olvídalo, tu sigue en lo tuyo, yo en lo mío.

Seguimos caminando, en silencio, en un agradable silencio.

—Bueno entonces —se puso a pensar—, te ayudaré con Samy.

—No —me negué.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque no.

—Eso no es una respuesta, dime, ¿por qué no? ¿Por qué? ¿Por qué no quieres?

Sabía que diría eso, preguntaría otra vez, me detuve de seco para voltear a verla.

—Es un tema mío —dije cruzando los brazos.

—Sí, pero tómalo como un agradecimiento, por lo de hoy.

¿Agradecimiento?, ella quiere algo, solo que no sabe cómo decirlo.

—Entonces, ¿quieres que te ayude con Rodrigo, por eso estas insistiendo en que quieres ayudarme?

—No, claro que no.

—Segura. —Me acerque a ella, haciendo que se ponga nerviosa.

Levanté una ceja, mientras ella retrocedía un poco, valla que podía a llegar ser muy fácil dominar.

Ella reaccionó al instante, se puso firme levanto la mirada, sus labios, sus cejas, sus ojos; absolutamente todo estaba diseñado para no dejarse dominar. Eso me sorprendió, parecía que no seria fácil.

Esta chica no es tímida, finge serlo, ella finge ser una chica débil, sus ojos no muestran a una chica fácil, muestra a una que quiere retar, desafiar, enfrentar.

No sé si es cosa mía, pero siento que ella solo se revela ante mí, como si deseara desafiarme.

La haría desafiarme.

—Bueno sí, pero no —dijo ella para después mirar hacia otro lado.

Hubiera preferido otra respuesta, pero ahora ella finge ser una chica débil, en el momento que intento desafiarme solo pude ver la satisfacción que sentía, pero cuándo ella se dio cuenta de eso, agachó la mirada, reprimió su satisfacción, aunque ella misma se niegue a aceptarlo.

INFELIZMENTE FELIZWhere stories live. Discover now