INFELIZMENTE FELIZ

39. ¿Sentimos lo mismo?

EMILY

Cuando Diana dijo aquello, miro hacia el suelo, molesta y culpable a la vez.

Pol le dio una empujada en la espalda, haciendo que ella lo fulmine con la mirada y él solo con su mentón hizo un gesto que avanzara.

—Deberíamos de irnos —propuso Sofia.

—No, Diana tiene que decir algo a todos —explicó Pol.

—Eres muy persuasivo y eso me fastidia —soltó Diana.

—Gracias.

—No era un cumplido, idiota.

—Lose, pero eso no importa ahora, Diana, habla.

Ella se tomo unos segundos y finalmenete dijo:

—Thiago, podrías acercarte.

Todos volteamos a ver a Thiago, quien la miraba con orgullo, aun no entendía porque con orgullo, pero al parecer el sí, tal vez Diana sea de las chicas que no le gusta disculparse y solo crear muros con las personas, para alejarse.

—Dime —hablo Thiago.

—Yo... te... quería... pedir disculpas... por lo de... hace rato.

—Habla bien —Pol le volvió a dar una palmadita en la espalda—. No se te entendió, ¿no, Thiago?

—Te odio —murmuro— lamento lo que dije, no tienes la culpa de no haberlo sabido —lo dijo rápido pero entendible.

—En pocas palabras.

—Perdón.

—Muy bien.

—Bueno, ¿ya estas contentó?

—Si, ya lo estoy, gracias.

—¿Cómo es que le convenciste a Diana, Pol? —pregunto Samy.

—Ah, solo le dije que si no lo hacia Thiago podría ser capaz de sentirse mal, entrar en depresión, o tal vez apuñetear la pared, despues de todo, lo que dijo fue demasiado hiriente, y es algo que ella debe de controlar.

—Hay —suspiro Diana y rodo los ojos votando aire, fastidiada—, solamente cállate, odio tu voz.

En ese instante Thiago puso sus manos detrás de su espalda, trago saliva y miro al suelo. La única debilidad de Thiago siempre sería Diana, porque si su madre lo abandono, y su padre tuvo que trabajar el doble para emprender desde cero. Quien crio y trato de mantenerse en pie fue Thiago, el tomó un papel muy importante a su corta edad, pero aun asi, para él siempre será Diana una debilidad.

—Deberíamos irnos —Emilio trato de ayudar a que Diana no se percate de la mano de Thiago.

—Si vámonos —le siguió Sofia.

—Pol, ¿puedes acompañar a Diana a su casa?, tenemos que hablar algo acerca de un trabajo —mintió Rodrigo.

—¿Trabajo? —frunció el ceño Pol—, ¿Qué trabajo? no dejaron ninguno hoy, ¿o sí?

—Si dejaron uno, uno grupal—dijo Samy.

—Pero tu no eres de nuestra clase, ¿cómo sabes que es grupal?

—Me lo conto Thiago, hace unos momentos.

—Digan de una vez que ocultan —se dio cuenta Diana.

—Nada, solo queremos...

—Samy, si no hablaras tú, lo hará Thiago —miro de manera desafiante y fastidiada a Thiago—. ¿Qué ocurre?

Thiago guardo silencio, siento que él no quiere defraudar a Diana por alguna razón.