34. La fiesta

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DIANA

¡¿Qué demonios creen que hacen?!

—Thiago, me puedes explicar que haces —pedi una explicación en tono bajo.

—Bueno, este es mi regalo de cumpleaños por adelantado —intento sonreir.

—La temática será sencilla, solo podrán ingresar las personas que tengan la invitación. Como pueden ver en la parte de atrás de la invitación esta exclusivamente las personas que tiene prohibido el acceso —explicó Emilio.

Todos miraron el reverso de la invitación, algunos comenzaron a murmurar entre ellos, otros solo se quedaban sorprendidos, me llamo la atención por lo que me solté del agarre de Thiago; por fortuna Pol estaba delante mío, eso hizo que me acerque a él y le quité una de las invitaciones. Cuándo miré el reverso de la invitación, no supe que expresión dar. Eran las caras de Andrea, Xiomara, Lucia, Jimena y Camila; que tenia un sello de rojo, de prohibido.

Voltee a ver a Thiago quién tenía una de las invitaciones cerca a su rostro y sonriendo me miro sacudiendo la invitación. Por otro lado, Emilio y Rodrigo se unieron a él y llevaron cerca a su rostro las invitaciones y las sacudían viéndome con una sonrisa maliciosa.

—Que infantiles —murmure.

Thiago salió al frente, mientras algunos se acercaban a Pol solo para que les de una invitación, Emilio y Rodrigo se acercaban hacia mí, fue asi como Emilio tomo mi brazo y me puso al medio de ellos dos, mientras Rodrigo me cubrió con uno de sus brazos acercándome más a él.

Mire a Rodrigo confusa, fue ahí cuando el volteo a verme y me giño un ojo, sonriendo.

Al tenerlo más cerca me di cuenta de que era muy atractivo, sus ojos claros eran como el cielo, pude notar algunas de sus pequitas, su aroma era demasiada tentativa, de esos que sabes que podrías oler todo el día, y sus labios, eran el tamaño justo y el color perfecto para describir un gran sabor si llegara a tocarlos.

Trague saliva, intente respirar un poco mejor, pero sus manos grandes tocaban mi hombro evitando acercarse más pero que hacía que me sienta segura, y eso era extraño.

No podia parar de verlo, sentia que estaba agitada, pero no corrí, como es que puedo llegara a... nose ni como expresar esto.

¿Qué me pasaba? ¿Por qué siento algo en mi pecho?

—Suéltame —exclamé.

—No. Deja de ser tan inquieta y déjanos hacer esto por ti, disfrútalo, Diana —su voz sonaba distinta a lo habitual.

—Yo no les pedí que hagan esto, así que...

—Fue idea de los cuatro —me interrumpió—, quiero que disfrutes de todo, porque ahora tu no volverás a pasar por nada de eso, no mientras me tengas al lado, tómame como tu refugió ante tu dolor; sin miedo, tendrás un hombro donde podrás reposar y a alguien que te va a escuchar.

No pude evitar mostrarme sorprendida, no sé qué cara estoy poniendo ahora, solo sé que estar cerca a él me pone inquieta, pero incluso sabiendo eso, no puedo evitar verlo, el mundo ya no existe, es como si solo fuéramos, él y yo. Es como si todo a mi alrededor no existiera y jamás existió, eran sus ojos conectandosé con los míos, era su aroma mi oxígeno.

—Este evento es realizado por nosotros, en las invitaciones están todos los detalles del lugar, vestimenta y hora —explico Thiago, cuando escucharon eso, varias chicas se lanzaron encima de Pol intentando robar algunas invitaciones.

—¿Estás lista, Diana? —pregunto Emilio.

—¿Para qué? —frunci el ceño.

—Para ver al mundo que te dio la espalda, rogarte que le hables, que te fijes en su existencia, solo por unas invitaciones.

INFELIZMENTE FELIZTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang