INFELIZMENTE FELIZ

48. Una buena Navidad.

EMILY

Miraba a través del vidrio mientras regresábamos a casa en el coche de Thiago. Le pedí a los demás que se quedaran en la fiesta ya que ellos eran los organizadores.

Mis ojos ardían un poco por todas las veces que me limpiaba las lágrimas con mis manos, mi maquillaje se había arruinado, mis ojos estaban hinchados, mi vestido sucio, pero lo que minimizó todo eso fue el hecho de perder el único recuerdo del primer hombre que ame.

Antes de conocer a todo nuestro grupo me la pasaba muchas veces en la noche golpeándome la cabeza, intentando recordar algo de mi padre, con el pasar del tiempo estuve perdiendo muchos de los recuerdos que tenía junto a él.

Tener esa pulsera hacia que por momentos recordara la expresión exacta que tenía cuando se la di, esa sonrisa, mi mejor recuerdo.

Sentí que lo había perdido todo.

No era un objeto cualquiera, era lo único que me quedaba de él.

─Quiero ir a la plaza que está cerca de casa ─le pedí a Thiago.

─Está bien ─acepto él.

En todo el transcurso me peñasqueaba las piernas y las manos para retener mis lágrimas, por muchos momentos era inevitable soltar llantos, en varios momentos Thiago detuvo el coche para limpiar mis lágrimas o abrazarme, pero no podía dejar de lagrimear.

Al llegar bajamos del coche. Este lugar no solo era donde salía con Sofia o donde hable con Rodrigo por primera vez; este lugar era muy importante para mí, uno de los pocos recuerdos que tengo es de que aquí venía a jugar junto a mis padres.

Mire alrededor de este lugar mientras los recuerdos llegaban a mi mente: mi padre cargándome en su espalda, jugando con la pelota, comiendo helados, sonriendo...

─Lo volví a perder ─sollocé.

Thiago me abrazo por detrás reposando su cabeza sobre mis hombros para decirme:

─Te prometo que lo repararé.

─Trate... te juro que trate de mejorar las cosas... me esforcé por solucionar problema con todos, quise estar tranquila con todos los demás para así iniciar de nuevo... lo trate de hacer con las otras clases y con Camila... ¿Por qué si trate de solucionar las cosas termine destruida?

─Quiero tener una respuesta y dártela, pero no la tengo.

─Mi madre dijo que a veces para acabar con el rencor debía dar uno mismo el primer paso. Y lo hice, fui a hablar con Camila por ella y... y terminé perdiendo lo que más amo.

─Tu madre estará orgullosa de ti.

─Nada está bien. Mi padre no regresará y no sé si mi madre también lo hará.

Thiago no dijo nada y se limitó a abrazarme. Estuvimos un buen tiempo en esta plaza, el me insistió en ir a su casa para que la madre de Sofia no sospeche lo que me había sucedido y no preocuparla, estaba de acuerdo así que solo me limite a aceptar.

Al llegar fuimos a su habitación, me presto su camisa y un bóxer y con eso me fui a cambiar a su baño; cuando termine me mire al espejo y vi mi cara que parecía un panda con esos ojos así que comencé a lavarme la cara, tarde mucho, pero cuando estuve limpia de todo maquillaje me mire los brazos y mis piernas, estaban con puntos de color morado por las peñasqueadas que me había hecho yo misma.

Al salir del baño Thiago había traído comida y lo había puesto en la cama, además de eso Rexter estaba en el escritorio con un lacito rojo envuelto.

─¿Tienes hambre? ¿O prefieres que juguemos un rato con el gato? ¿Quieres ver alguna serie? ─preguntó Thiago.

─Quiero los tres ─respondí mientras corría a abrazarlo─. Eres de las pocas cosas buenas que tengo.