INFELIZMENTE FELIZ

38. Tu pasado aún te afecta

EMILY

Aquel adiós no fue fácil.

No fue simple.

Fue doloroso, incluso estar de pie era complicado, era profundamente desgarrador.

No fui a su funeral, jamás me atreví, nunca creí estar lista. Pero me arrepiento, tal vez si hubiera estado ahí, la despedida hubiera sido mejor.

Perdí al primer hombre que amé, perdí a mi padre.

Sus recuerdos eran tan escasos que los pocos que tenía los apreciaba más que mi propia vida. Yo era una niña y él mi protector, yo era indefensa y él mi escudo, yo era débil y él era mi fuerza, éramos él y yo.

—Gracias, Thiago —dije mirándolo a los ojos.

—Emily, ¿quiere ir a cambiarte? —pregunto Sofia.

—Si—voltee a ver a mi madre—. Ma, iré a cambiarme, ¿quieres decirle algo a mi padre antes de irnos?

—Si —contesto ella—, ve a cambiarte, yo iré adentro.

Asentí. Me fui a cambiarme, me saque el vestido de quinceañera, la corona, el prendedor, me desate el cabello; limpie mis lágrimas. De ahora en adelante comenzaré a mejorar.

Se que no será fácil, nadie dijo que lo sería, volveré a caer, eso es seguro, pero... Intentaré caer lo menos posible, así papá, tu puedas ver lo fuerte que me volví.

Salí de cambiarme, mi madre, mi tía, Emilio, Samy, Rodrigo, Sofia y Thiago estaban fuera, esperándome.

Yo tenía puesta la pulsera que le hice a mi padre.

Mi madre tenía en sus manos el cubo color crema que, en su interior, tenía las cenizas de mi padre.

Sonreí, al verlos sonreí y esta sonrisa, si era algo que comprendía, porque es verdad que uno mismo debe de salir adelante, pero si lo hace con compañía también es mucho mejor, y yo tenía a todos ellos. Mi familia.

—¿Nos vamos? —pregunto Sofia.

—Si, nos vamos —conteste.

Todos caminaron hacia fuera, le di un beso en el cachete a mi tía, me despedí de ella; primero salió mi madre quien camino hacia el coche de Thiago con los ojos hinchados y la mirada en el suelo.

Luego salió Emilio, le di un abrazo a mi madre, sonrió y camino hacia su coche. Despues salió Sofia quien corrió hacia mi madre y la abrazo, solo ella sabía la historia en el momento exacto en el que sucedió, se alejó y le beso en la frente, sonrió ampliamente y camino hacia el coche de Emilio, subió.

Antes de salir Thiago me dio una mirada, estrecho un poco las comisuras de sus labios; volteo camino hacia mi madre, la abrazo y se fue a su coche. Poco despues Samy tomo mi mano, quiso decir algo, pero se detuvo y sonrió, se alejó de mí y camino hacia mi madre dándole un beso en el cachete y subiendo al coche de Thiago.

Rodrigo tomo mi brazo y dijo:

—Felicidades, Emi. Al fin pudiste despedirte.

—Aun no lo asimiló.

—Tranquila, nosotros estaremos aquí, para ayudarte.

—Ahora solo falta que le cuentes la verdad a Thiago —intento decir algo, pero lo interrumpí—, es tu amigo, te creerá, asi como yo lo hice, mi Rodri.

—Ojalá fuera así de fácil como lo es decirlo.

—Nada en este mundo es facil.

—Si. Es verdad.