INFELIZMENTE FELIZ

Mi regalo de navidad :3

Bueno antes que nada xd no creí que subiría esto, esta es una parte de la historia que no mostré. Pero que va dirigido hacia alguien. Al final de la historia les diré a quien va dirigido.

Este no es un capítulo ojo.

DIANA

Era un día normal, uno en el cual levantarse era doloroso.

Cuando me saqué mi pijama intenté estirar un poco mi cuerpo, pero incluso eso me generaba dolor en la espalda, en las piernas, en la cintura, en mis costillas.

Cuando termine de darme una ducha observe los moretones marcados en mi abdomen, en mis piernas, en mis pechos. Era impresionante como mi cuerpo seguía en pie, aunque ahora lo veo como algo normal, después de todo, esto ya es una costumbre. Ver mi cuerpo lleno de golpes no era impresionante, lo raro sería verlo sin ellos.

Dolía moverse, dolía caminar, incluso dolía respirar.

Al salir del baño vi a Obito, estaba encima de mi cama, sacando la lengua, moviendo su colita con tan solo verme. Acaricie su cabecita mientras él lo disfrutaba, rasque su pancita y eso hacía que él moviera más su colita.

Tanto daño que te hicieron tus antiguos dueños y aún así confías en la humanidad. ¿Por qué yo ya no confío igual? ¿Por qué me da tanto miedo hablar?

Verlo, eso me traía paz, era impresionante cómo con esos ojos podía hacerme sentir en paz, me miraba como si fuera lo más hermoso del mundo, con amor, con paz, con ternura. Es increíble como un animal puede sacar tu lado más vulnerable.

Quisiera quedarme con él todo el día y no ir hacia la escuela, pero no se podía, no debía, no quiero que Thiago se entere de esto, eso solo haría que el se sienta mucho peor, que pueda decaer otra vez, debo de aguantar, se que puedo aguantar.

Tomé desayuno y salí sola hacia la escuela, ahora tomaba mi desayuno un poco más temprano, para no ir con Thiago.

Hay momentos en los que no me puedo librar de él, así que cuando vamos juntos le pido que me deje dos cuadras antes de la escuela, ya que le inventó la excusa de que espero a una amiga.

Felizmente después de tanto insistir el me deja bajar, no quiero que se enteren que soy su hermana, se que solo generaría más golpes, más fastidio, existirían hipócritas a mi alrededor que solo buscan intentar llevarse bien conmigo por querer acercarse a Thiago.

Camine en la dirección de siempre, no era tan tarde, era un día normal, uno de esos que te hace sentir la brisa del viento.

Me acercaba. Estaba solo a pasos. Cuando ingresé a este lugar, comencé a prepararme mentalmente para los golpes, estaba lista para levantarme con dolor después de cada caída que me provocan ellas.

Lo impresionante para mi fue que no llegaron, nadie me tomó del brazo, nadie se acercó desafiante hacia mi.

«¿Ellas aún no llegan?»

Era extraño, no estaban.

Ingresé a mi clase, muchos no se percataron de mi entrada y otros solo me ignoraban, tampoco deseo que me vean, porque sus miradas me daban molestia. Siento que en el momento en que me ven, solo ven un bicho raro, algo que les dé asco. Eso es lo que siempre creí, que tal vez, el problema siempre fue que yo existiera.

Me senté, estaba incómoda por la falda, pero no dije nada, todos hablaban entre sí y mientras tanto yo me quedaba viendo a través de la ventana como algunos corrían para llegar temprano, otros venían corriendo entre amigos.