32. Una pareja extraña

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* La de la foto es Aurora (madre de Emily) *

THIAGO

—Era muy pequeña y paso por tantas cosas que hacen difícil que ella sea como realmente es —murmuró.

Siempre supe eso, ella no es como se muestra, o al menos no conmigo, casi nunca se molesta o reacciona mal, pero conmigo no es asi, termina pateándome, matándome con la mirada. Para muchos seria una señal de que ella me odie, pero si me odiaria me evitaría y no lo hace.

Entonces ella no me evita, ni se aleja, porque conmigo ella se siente libre, de molestarse, de reclamar. Poco a poco conozco cada fase de ella, pero ahora, estoy conociendo la real, la verdadera Emily, la que hizo que algo en mi generé curiosidad en ella.

—No sabía sobre eso —le asegure.

—Lo supuse, no es como si fuera contando sus miedos a todas las personas —tomo un poco más de su bebida.

Pues la primera vez que nos conocimos me conto que estaba enamorada de Rodrigo, claro sin decirme que era él, asi que tampoco es que sea tan reservada.

¿Y si fui yo el primero en marcar una diferencia ante ello?, me sentiría muy alagado en cierta forma.

Aunque yo también estuve apunto de decirle algo ese día... Nose si fue el momento o algo en especial.

—¿Emily, demorará en despertar? —pregunté.

—Ella duerme mucho, así que supongo que sí.

—Entonces debería irme —me puse de pie—. Gracias por la bebida.

—Gracias a tí por venir, por cierto, ¿a que se debe tu visita? —preguntó uniendo mirada con la mía, como si me escaneara en ese momento.

Me fijé en los ojos de la madre de Emily, no eran como las de ella, su madre tenía un color claro mientras que las de Emily tenía un color marrón, como el color del chocolate, uno que a su vez tiene una luz, uno que brillaba como el sol.

—Solo quise visitar a su hija —respondí.

—Ya veo —dio una carcajada—, ¿eres el novio de Emily?

—No —negué— ella y yo solo somos amigos.

También nos besamos señora.

Por supuesto que no le diría eso, se llevaría un mal concepto de mi, y yo soy demasiado especial cómo para que alguien se lleve ese concepto de mí.

Además, puede que más adelante nos llevemos bien, después de todo, creo que le inspiro confianza.

—No te pongas nervioso. Si haces eso parecerá que te interesa mi hija —dijo de manera tan triunfante, como si hubiera provocado nervios e inquietud en mi.

Creí que su madre sería una mujer muy seria. Es totalmente diferente, es muy carismática. Agache la cabeza porque estaba al borde de poner mi cara más rara, cosa que nunca hago. ¿Emily y yo? ¿Qué les hacía creer eso?

«Jamás llegaria a estar con Emily, es como pedir que los ovnis existieran.»

—Mejor me retiro seño...

—Dime Aurora, eso de señora nunca me gusto, tutéame —me interrumpió

—Es mejor que me retire, Aurora.

Voltee y camine hacia la puerta, pero me detuve al escuchar la puerta de arriba cerrarse de un solo golpe.

—Mamá... ¿Thiago? —era Emily, quien se percató de mí.

INFELIZMENTE FELIZWhere stories live. Discover now