INFELIZMENTE FELIZ

15. Vamos mejorando

* LA DE LA FOTO ES EMILY *

EMILY

Después de estar estudiando para los exámenes finales decidí llamar a Sofia, necesitaba que me explique lo que sucedió ayer con Emilio y ella.

Se que sueno muy fastidiosa, pero hay algo que me inquieta.

—Hola —saludó Sofia por el teléfono.

—Explícame ahora —fui directo al grano.

—¿Qué tal estas?, yo muy bien, muchas gracias por preguntar.

—Hablo enserio.

—Está bien amargada, ¿qué quieres saber?

—Todo lo que no me contaste.

—Pues bien, ponte cómoda, porque es una historia larga.

Me tumbe a la cama cuando la escuche suspirar.

—¿Recuerdas que una vez te mencioné sobre el hijo del mejor amigo de mi padre?

—Él que va a tu casa casi siempre, pero nunca hablas con él —inquirí.

—Sí, ese mismo, bueno el padre de Emilio es el mejor amigo de mi padre, siempre que viene a casa se la pasa jugando videojuegos con mi hermano menor mientras que yo me encierro en mi cuarto —confesó.

—Pero, creí que recién lo conocías.

—Lo conocía hace tiempo, pero recién hace poco que hablo con él, bueno desde que sucedió ese incidente de la pelea.

Si entendí a qué se refería, el día que Thiago y yo nos escondíamos en su antigua casa por segunda vez.

—Pero, ¿por qué no me dijiste que era él?

—Porque creí que solo lo veríamos ese día, no creí que también saldríamos con él.

—Sofia, tenías varios días.

—Lo se y me disculpo por eso, solo que no le di importancia, como te repito, él y yo no hablamos, solo se sienta cuando llega y cenamos con su familia y con la mía.

—Eso significa que lo conoces desde ya hace buen tiempo.

—Lo conozco en aspecto físico, no se mucho sobre él, creo que de pequeños nos llevábamos bien, pero ya no recuerdo eso.

Guarde silencio, es cierto que si no se dirigían la palabra no habría razón alguna por la que debía contarme de él, pero no cuadra ciertos puntt.

—Te creo, pero solo por esta vez.

—¿Gracias?

—De nada, bueno ahora cuéntame todo lo que no sabia.

—¡Chismosa!

—Somos las dos ok —recalqué.

—Está bien, bueno el viene a mi casa casi siempre, nunca intentamos acercarnos, él en la sala jugando y yo en mi cuarto encerrada leyendo.

En resumen sus familias siempre se unen, por lo que se volvieron cercanos, todos menos ellos dos.

Y si pasan tanto tiempo juntos juraría que existieron momentos en los cuales pudieron hablar, pero no lo hacían.

Ahora ya entendí porque es que Emilio respondió bien las preguntas, no era porque se llevaban bien, era porque sus familias eran las que se llevaban asi.

—Ya entendí, por eso conocía varias cosas de ti —inquirí.

—Él nombre de mi abuelo, no creí que se acordara, pero si lo hizo y en cuanto lo del primer beso, ¡hay! Detesto la hora en que respondí con sinceridad —comencé a reír—¡Emi no te rías! No apoyas.