50. La luna y el sol unidos

76.8K 998 739
                                    

EMILY

Solo imagínense, yo echada en la cama y Thiago encima mío sin camisa, con una posible erección.

Por el brillo de sus ojos podría decir que estaba emocionado y sorprendido a la vez por la respuesta que di y de la que no me arrepiento.

─Entonces ─tragó saliva─ ¿Puedo?

Asentí.

Miro mis labios que estaban entreabiertos, me beso con mucha delicadeza, pero con un tanto de desesperación y necesidad se acercó hacia ellos uniéndolos. Atrajo una de sus manos grandes hacia el lado derecho de mi cuello acercándome más a él y profundizando el beso, cerré los ojos y me dedique a disfrutar de esto, hasta que, en un instante, sentí su otra mano acariciando mis muslos, lo que hizo que se me erizara el cuerpo y por impulso las apretara por esos toques lentos y apretados.

Y no mentía cuando decía que lo apretaba mucho, pero eso no era lo que me generaba nerviosismo, sino que el acercamiento hacia mi entrada era tan minúsculo que sentía cosquilleos en el estómago, pero no esos de enamorada, era... distinto, algo que hacía que sintiera un calor en mi estómago que se trasladaba por todo el cuerpo

Thiago dejó de besarme para dar besos apasionados alrededor de mi cuello, humedeciendo esa parte de mi piel, después fue hacia mis clavículas, cada beso solo me hacía pensar en el dolor que sentiría al tener que poner un pie fuera de esta cama.

─Besaré cada parte de ti Emily, tu cuerpo será mío y mi nombre quedará marcado en él ─se detuvo solo para verme a los ojos─ te follare tan duro que recordaras esto cada vez que te veas al espejo y recordarás todo lo que hicimos esta noche.

Dejó de hacer lo que hacía con sus manos para tomar mis pechos y jugar con mis pezones, tragué saliva y sentía como se humedece mi interior, él solo dio una risa chueca, se inclinó hacia mi pecho izquierdo para meter su boca, sacando su lengua haciéndola jugar con mi pezón, los chupaba de una manera en la que me volvía loca, paro un segundo y me miró a los ojos, tenía esa mirada de lujuria y pasión. Mordió su labio y continuó con sus ataques hacia mi pecho, me mordí los labios para no soltar gemidos, pero todo eso se fue al demonio cuando usó sus dientes para morder mi pezón, arqueé la espalda para sentir aún más el tacto entre su boca y mi piel.

─Thi-Thi- Thiago ─gemí─, eso... no... ─volvió a morder─. ¡Ah!

—Aún queda otro —me recordó, señalando mi otro pecho

Quise decir algo, pero las palabras se convirtieron en gemidos cuando cumplió su cometido, este no solo lo lamía, sino que también chupaba y mordía. Apreté las manos en un puño por puro impulso, trataba de callarme y no sonar tan ruidosa para que no me lleguen a oír. Incluso en estos momentos solo quería imaginar que nadie me estuviera oyéndome gritar así.

Él se detuvo y yo sentí un poco de calma ante tanto calor que sentía por el cuerpo, pero cuando creí que tomaríamos un descanso él solo retrocedió un poco para posicionar su cabeza sobre mis piernas, su respiración sobre mis muslos.

No iba a hacer eso, ¿o sí?

Sinceramente si estaba un poco avergonzada, no solo por lo que haría en instantes, sino por mis bragas. Me gusta la comodidad, por lo que esas bragas atrevidas no eran, de hecho, parecían las de mi madre con el pequeño detalle de que es de color celeste y tiene un patito de imagen.

Creí que él diría algo, pero solo soltó una risa. No tenía intenciones de detenerse, ya que tomo los tirantes de mis bragas y comenzó a deslizarlo hasta abajo, trate de no moverme mucho y deje que él hiciera el trabajo.

─Estás tan lista para esto Emily ─dijo mientras miraba mi entrada.

Apreté las piernas y las cerré, pero las manos de Thiago las detuvieron, lo miré sorprendida, pero más fue mi sorpresa cuando abrió mis piernas con sus manos dejándome expuesta.

INFELIZMENTE FELIZWhere stories live. Discover now