Capítulo 2

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Esteban

28 de mayo del mismo año...

Un cumpleaños más o uno menos ¿qué más da si son veintiuno u ochenta los que cumplo? lo único que quieren estas personas al venir aquí hoy es ver si pueden lograr sacar parte de mi herencia. Ni siquiera creo que hayan sido cercanos a mis padres y mucho menos a mi abuelo, todos son un nido de ratas y víboras, todos se acercan con la excusa de celebrar sin pensar que hace solo dos meses enterré a lo poco que tenía de familia, lo único que me queda para recordarlo es, irónicamente, el abogado de mi familia y la fortuna que me dejaron.

El lugar está repleto de luces doradas, champañas, vinos, comidas excéntricas y todo tipo de regalos finos de parte de sus buenos y nada hipócritas e interesados corazones.

Aunque suene como un consuelo toda la riqueza que me rodea ahora como único sucesor y director de esto, la verdad es que no soy codicioso, nunca lo fui. Toda mi vida tuve todo lo que quise, nada era imposible en cuanto a mis pedidos, pero eso cambió cuando ninguna de mis solicitudes con dinero pudo hacerle frente a la parca. Ese día entendí cómo funcionaba el mundo, ese día dejé de ser ese niño mimado que creía vivir en un mundo perfecto... ahora solo soy una pluma volando a donde lo lleve el viento.

- Voy a retirarme, diles a todos que hagan lo que quieran pero que no me interrumpan con llamadas - le aviso a Richard, el abogado de la familia y me retiro del edificio donde la gente supuestamente allegada a mis padres quería homenajearme.

Ingreso a mi auto y emprendo camino a casa.

Al llegar aparco el coche y me bajo para adentrarme en mi solitario hogar. Paso bastante tiempo en este lugar, ya que no soy de los que aprecia la compañía de demasiada gente y mucho menos extraños, me molesta con facilidad esos espacios y la hipocresía de las personas en general. Gracias a la fortuna de mis padres y abuelo, no tendría que trabajar ni un solo día de mi vida, pero ¿Qué sentido tendría el no hacer nada? Me sentí inútil con la sola idea el primer mes en que tuve que sentarme a pensar que haría con mi vida ahora que estoy solo y con mucho dinero. Al final llegué a la conclusión de que no podía quedarme quieto los años que me quedan de vida, por lo que opté por empezar a estudiar una carrera como lo es negocios internacionales desde este el mes pasado.

Actualmente estudio desde casa en una prestigiosa universidad con un campus gigante y muy deseado por los estudiantes que desean ingresar para poder disfrutar de dicho espacio, pero sinceramente no me llama mucho la atención, me conformo con el campus virtual. A demás, el estar aquí me permite dedicarme a mi verdadera pasión... el arte.

Lo sé, es una vida solitaria y sé que es solo el comienzo, pero, ya me he acostumbrado, y en el corto tiempo que llevo, logré entender algo gracias al peor dolor que la perdida me pudo provocar en lo que llevo de vida, y es ¿para qué arriesgar el corazón a ser lastimado? El estar cerca de personas, el amar o sentir algo por los demás solo deja abierta la horrenda posibilidad de ser lastimado por los demás, es algo que se sale de tu control, se sale de tus manos y eso es algo que definitivamente detesto ya que estoy acostumbrado a tener todo bajo perfecto control. El dolor es bueno para la inspiración artística, pero creo que ya tuve suficiente para media vida de inspiración.

Suena absurdo, pero a mis veintiún años ya tengo planeada mi vida, empezando por evitar todo posible sentimiento que pueda volverse en mi contra después. Eso quiere decir que el típico sueño de una casa con esposa, perrito e hijos no es parte que esté en mi panorama ahora ni nunca. Muchas mujeres mayores que yo o hijas de millonarios han intentado acercarse como si no me diera cuenta de sus dobles intenciones con su supuesto amor hacia a mí. No es que no sea atractivo o me considere feo, solo que no creo que alguien pueda llegar a fijarse realmente en un alma rota como yo... si me conocieran bien, lo más probable sería como respuesta de parte de cualquier mujer un rechazo obvio y lógico. Esa es otra de las razones para mantenerme aislado, ya que me conozco y sé que, por mi carácter y mi forma de ser y ver la vida, nunca he logrado ni lograré conectar con alguien de forma genuina, entonces ¿para qué perder mi tiempo?

Trato de apartar todos estos pensamientos mientras alisto mi lienzo en el jardín trasero, traigo las pinturas y dejo que el sol caiga sobre mi rostro e inhalo el dulce aire del día deleitándome con el sonido de los pájaros cantando en el árbol que tengo en el lugar. Mi casa no es un gran lujo como pensaría cualquiera, por lo que es la fachada perfecta para que nadie de esa gente ricachona me asedie ni me perturbe, solo aquí siento la libertad de ser quien soy, un alma rota, pero con mucha inspiración.

Esta es mi vida ahora y espero mantenerla así hasta mi muerte... la cual espero no tenga que esperar más allá de los cincuenta para que llegue.

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ATADOSWhere stories live. Discover now