Capítulo 59

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Erika

Me encierro en el baño de mi habitación y hago las cosas en automático sin terminar de procesar lo que estoy haciendo, hasta que no vea no voy a creer la insinuación clara que está haciendo Celia al darme esto. Leo las instrucciones de la caja y hago todo como lo indican tardándome probablemente más de lo normal en cada paso al tener las manos temblorosas.

Una vez hecho todo solo me queda esperar los tres minutos que tarda en revelar la prueba de embarazo electrónica y justo cuando empieza el tiempo Celia toca la puerta del baño que abro de prisa entregándole la prueba para que sea ella quien lo vea cuando revele el resultado.

—Por favor cálmate, estás pálida y todavía no está confirmado... —me acaricia la espalda y yo solo miro nuestro reflejo en el espejo a la expectativa de lo que salga en estos tres minutos que parecen ser tres horas para mí.

Veo mi teléfono que anuncia el fin de la espera, miro a Celia con miedo analizando su rostro al leer la prueba. Ella parpadea rápido y una sonrisa conmovida se posa en sus labios entregándome la prueba que tiembla en mis manos.

—Positivo. —dice la morena.

De repente siento un bajón por la espalda, una especie de terror y alegría mesclados que me toman por completo y no me dejan reaccionar de una forma específica con tantos sentimientos encontrados.

—Pe...pero ¿Cómo? Si yo he tenido mi periodo y... —mi voz se corta y no dejo de estar pálida.

—investigue en el camino de vuelta acá y en algunos embarazos hay ligeros sangrados que se confunden con el periodo ¿eres regular?

—No...

—Era fácil confundirlo y esto explica que todo tu cuerpo adelgazara menos este bultito en tu vientre ¿sabías que los bebés se pueden esconder en el vientre cuando no saben que viene en camino? —me dice posando su mano en mi abdomen.

—No... no tenía idea, yo...

—Tienes catorce semanas según esto —dice leyendo el resultado otra vez—, y tiene todo el sentido del mundo si hacemos cuentas.

—¿Cómo puedes saber eso?

—No te hagas, te vimos en la piscina en Santorini con Esteban y no te juzgo, fueron muy arriesgados, pero ¿no me dijiste que planificabas? —me dice sacándome del baño para que me siente en la orilla de mi cama.

¡Pero que descuidada!

—Si, pero... yo estaba evitando cualquier contacto sexual con Esteban luego de que me rechazara y... dejé de tomarlas al no verlo necesario, luego lo olvidé por completo...

—Como sea ¿no estas feliz? ¡vas a ser mamá! Finalmente cumplirás ese sueño. —me intenta sacar del shock inicial.

Cuando me dice eso es cuando logro que mi cabeza entienda lo que acaba de pasar poniendo mis dos manos sobre mi pequeño vientre abultado que hasta hoy ignoré por completo. Una sonrisa se forma en mis labios y una lágrima se me escapa.

—Oh, por Dios... —miro a Celia quien se acuclilla frente a mi poniendo sus manos sobre mis muslos— Esto es real, yo... estoy embarazada, hay un bebé creciendo aquí dentro, amiga...

—¿Qué? ¿escuché bien? —dice una voz femenina desde la puerta.

Daisy me mira con los ojos bien abiertos desde la entrada del cuarto. Le extiendo la prueba para que la mire y Celia se levanta para sentarse junto a mí. Daisy lee dos veces el resultado, pero su reacción no es la que esperaba.

—Y ¿ya sabes que harás? —me pregunta con un gesto de preocupación.

—¿A qué te refieres?

—Si, sabes que Esteban no lo aceptará ¿Qué piensas hacer con este problema?

ATADOSWhere stories live. Discover now