Extra: Oigan... ¿Y Mike?

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NOTA:Este es un extra que no influye para nada en la cronología de la historia, es opcional leerlo.

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El día en que mi padre me obligó a salir de Cecania con urgencia por amenazas que venían de mucho más arriba de lo que nosotros podríamos lidiar, fue el día en que mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, pero contrario a lo que pensé inicialmente, fue algo positivo para mí.

Cuando me enteré de que mi destino era el país más pobre de América, naturalmente me rehusé a esto con todas mis fuerzas, intenté hacer todo para poder llegar a Miami, pero parte del acuerdo para que mi vida no corriese peligro era que tenia que estar como mínimo dos años en Haití sirviendo de algo en la vida, cosa que no pareció molestar a mi padre del todo.

En cuanto llegué el ambiente me derrumbó queriendo volver a mi casa inmediatamente, tanta pobreza y gente en las calles me hacían querer vomitar ¿Por qué yo, quien siempre tuvo todo lo que quiso tengo que pasar por esto? Era asqueroso el servicio comunitario que tuve que brindar a los necesitados, aprender a cocinar para después dar de comer en la boca a ancianos decrépitos en las calles, limpiar vomito de enfermos en hospitales que eran del tamaño de la sala de mi casa, bañar niños... todo esto fue un asco los primeros meses de adaptación. Sin embargo, al pasar un año completo desconectado de todos los medios, excentricidades y después de tomarme el tiempo de conocer a las personas a las que bañaba o alimentaba, me di cuenta de que no estaba tan mal y que podría servir para esto después de todo.

Conocí un poco del Vudú haitiano, vi como personas se reunían en las noches incluso sin haber comido para buscar ser sanos en las congregaciones de su religión por medio de chamanes que contactan a las entidades en quienes creen. Vi esperanza en medio del caos y abrí los ojos a diferentes perspectivas y religiones para entender todo lo que hice errado en el pasado. De esta forma, cuando cumplí los dos años de servicio comunitario en Haití, viviendo en casas de familias humildes y necesitadas que me abrieron los brazos a pesar de sus condiciones y mi pésima actitud inicial, me di cuenta de que el motivo de vivir en esta tierra es el poder servir y ayudar a los otros. Así fue como terminé en Níger, el país más pobre de África, pero con unos habitantes que son ricos en alma y corazón.

El dinero que mi padre me sigue mandando para a duras penas mi supervivencia lo dedico a ayudar aquí y a compartirles el mensaje de paz que llevo conmigo, les comparto como en la pobreza a veces se logra encontrar más la felicidad que teniéndolo todo como lo tuve yo en su momento.

-Todo el mal que hagas, siempre se devolverá, sin embargo, el bien que hagas a los demás se triplicará cuando vuelva a ti. Recuerden que bueno o malo, siempre regresa a nosotros, mis pequeños. -les digo a mi grupo de niños en Frances, lengua que habla la mayoría aquí.

Ellos asienten y continúan con la actividad que les pedí realizar en el suelo de la escuela, realmente son escombros viejos de una casa, pero sirve para brindar educación a los más pequeños. Yo acomodo la tela que envuelve mi cabeza y sacudo mi túnica blanca para salir y saludar con una reverencia a las mujeres que traen agua en jarras.

Respiro profundo admirando el terreno árido y cálido que para muchos podría representar desolación, tristeza y desesperanza, pero para mi es un terreno lleno de oportunidades de crecimiento, este es uno de los regalos que la madre naturaleza creó para que disfrutemos.

Los niños salen con sus hojas felices hacia mi y me entregan la tarea que les solicité emocionados. Cada uno dibujó lo que anhela llegar a ser cuando sean mayores, les pedí que no se limitaran por los obstáculos que ven ahora, sino que dejaran volar sus sueños en el dibujo. Reviso y algunos encontrándome con que en mi grupo tengo futuros médicos, agricultores, mochileros, músicos e incluso un piloto de aviones.

-¡Excelente! Quiero que cada uno tome su papel y lo coloquen en un lugar visible de su casa para que cada día al despertar puedan ver su meta. Sin importar si llegan a cumplir su sueño en el futuro, lo importante es que tengan la satisfacción de que lo intentaron y que nunca tengan arrepentimientos de ese tipo en sus vidas. - cada uno toma las hojas y las guardan felices.

-Yo tendré mucho dinero y ayudaré a que mi familia tenga que comer todos los días - dice Hakim con tal solo ocho años.

-Lucha por llegar hasta allí, pero que no sea el dinero el que te deslumbre ni ate, más bien que la sonrisa de tu madre llena de orgullo por tus logros futuros sea tu impulso y recompensa, pequeño - le acaricio la cabeza y da saltitos emocionado por la imagen que le propongo.

Los niños se van a sus casas rato después y yo camino un rato por los lados, luego me siento al anochecer a escuchar a los ancianos que se reúnen y comparten su sabiduría ancestral con aquellos que abran sus oídos y se dispongan a aprender. Permito que pinten mi rostro y que hagan rituales para mi protección que acepto con gusto aprendiendo de cada costumbre que nutre mi alma.

Cada minuto de mi escapada de Cecania ha valido más que los veintisiete años que fui criado en mi país. Poder observar este cielo limpio, danzar con estos ritmos exóticos bajo las estrellas solo porque llovió valorando hasta el más mínimo detalle que trae felicidad a esta gente es algo invaluable para mí, un ser de luz que antes anduvo en la oscuridad.

-Sansa Kroma
Ne na wuo
ɔkye kye nkokɔmba
ɔse ɔnnkɔ ye edwuma
Ne na wuo
ɔkye kye nkokɔmba
ɔe kyin kyin, e kyin kyin, e kyin kyin
ɔse ɔnnkɔ ye edwuma
Ne na wuo ooo
Ne gya wuo ooo
Sansa Kroma
Ne na wuo
ɔkye kye nkokɔmba - cantan en Akan, una de sus lenguas antiguas y danzan en grupo invitándome a unirme para aprender de ellos.

Uno de los que hablan ingles me traduce la canción para que pueda entenderla por completo y disfrutar de una mejor forma junto a ellos.

-Halcón errante,
Su madre ha muerto,
Arrebata a los polluelos,
Dice que no encontrará un verdadero trabajo.
Su madre ha muerto,
Arrebata a los polluelos,
Vaga, y vaga, y vaga,
Dice que no encontrará un verdadero trabajo.
Su madre ha muerto,
Su padre ha muerto,
Halcón errante,
Su madre ha muerto,
Arrebata a los polluelos. - me traduce al mismo tiempo que la cantan en su idioma.

Se cantan más rondas y luego me invitan a mi de forma especial a intentar cantar en su lengua, cosa que los hace reír mucho y yo me uno a sus risas. Ellos ni se imaginan el calor de hogar que tienen aquí, algo que no es fácil de encontrar en medio de los ajetreos de la ciudad y compromisos.

Comparto la hora de la cena con todos los habitantes de esta pequeña zona pobre y comemos con la mano sacando lo necesario para saciarnos de la olla comunal gigante, se sirven primero a los ancianos como forma de honrarlos y respetarlos, luego a los niños y después los jóvenes, todos tenemos la dicha de probar el arroz especial que prepararon las mujeres durante la tarde con la ilusión de que alcance para todos. Después de agradecer la comida, lavo mi cara con un poco de agua del cuenco recién llenado y me acuesto en mi hamaca para hundirme en un relajante sueño.

Nunca había dormido con tanta paz y tranquilidad interior como lo hago ahora, no puedo recordar ni entender como lograba vivir de otra manera en el pasado, ni mucho menos recuerdo los eventos que me trajeron a este punto, porque lo pasado debe quedarse allí para poder fijarnos en el presente y luchar por el futuro que anhelamos tener. Los placeres mundanos y banales, el amor de las mujeres, el sexo, el dinero sin propósito, los excesos y demás me distraían de lo importante y ahora tengo la seguridad de que terminaré mis días en este tipo de sitios, ayudando y conociendo a comunidades que precisan esperanza y mensaje de amor y paz. He decidido jamás volver a pisar Cecania y solo dedicarme a mis hermanos de corazón y alma que tanto precisan de mi mensaje.

Que viva el amor.

Que viva la paz.

Que viva la madre naturaleza.

ATADOSWhere stories live. Discover now