Capítulo 40

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Esteban

Vuelvo a revisar frente al espejo que todo esté perfecto en mi aspecto y que el cabello no se mueva de su sitio, Richard fue claro en que no se me fuera a ocurrir salir como si estuviera en el patio de mi casa y no pienso aguantarme un discurso lleno de regaños por ese detalle.

Shul cuenta con un clima que no es ni muy caliente ni muy frio, por lo que el traje que visto es refrescante pero lo suficientemente formal para salir en medios internacionales. Ojeo el itinerario de hoy y veo en mis mensajes que Cristian y Celia ya están aquí, imaginó que se toparán antes con Erika que conmigo debido a que se la ha pasado desde las seis de la mañana yendo de un lado a otro terminando de arreglar cualquier mínimo detalle que crea que puede estar mejor antes de que se llegue la hora de la inauguración oficial.

Salgo de la casa que nos destinaron y me paseo revisando que tal va todo, los invitados empiezan a llegar en una hora aproximadamente, justo para la hora del almuerzo que se servirá en el salón de eventos con el que cuenta el hotel con música en vivo, mesa de dulces y barra libre. Todo organizado por el equipo de Erika, obviamente, tanta arandela no hubiese salido de mí.

En las zonas verdes estan terminando de montar las carpas con un pequeño detalle para cada invitado a la salida, pero ¿qué es esto? ¿una boda? ¿una quinceañera? Me rio de la cantidad de ideas que agregaron al evento, pero me alegra que sea tan bello como mi esposa se esforzó porque fuera. Me consta que puso sangre, sudor y lágrimas en esto.

Cuando llego al salón de eventos paso mi mirada por el gran lugar notando el letrero de "bienvenidos a su lugar de descanso favorito" color dorado del que me enviaron imágenes por correo, también veo a los empleados terminando de acomodar las mesas por el lugar, hasta que finalmente mis ojos dan con lo que buscaba.

Ahí está ella, con el cabello recogido en un moño alto, pero con mechones sueltos que la hacen lucir elegante pero juvenil, viste un enterizo palo de rosa que grita "mírenme, soy la jodida dueña de todo esto" incluso si no es apropósito, pero a mí me encanta que se vea así, como la reina del lugar junto a mí.

Me la encuentro justo como lo imaginaba, con el IPad en la mano revisando y dirigiendo a los demás. Me le acerco y ella me voltea a ver cuándo siente mi presencia.

—¡Al fin apareces! Ya estaba con los pelos de punta pensando que no estarías listo a tiempo y Richard siempre es ave de mal agüero si se trata de ti.

—No soy tan irresponsable como piensan —al menos no la mayor parte del tiempo —¿necesitas ayuda con algo?

—Si, por favor ve y revisas si encontraron su cabaña los Foster, los iba acompañar yo misma pero antes necesito terminar con esto.

—Supuse que te los habías topado ¿Qué número es?

—Es la cabaña cuatro, cerca de la nuestra – me informa mientras les indica a varias empleadas que ya está limpio el lugar y les piden que mejor se encarguen de la cocina.

—Entonces nos veremos hasta la apertura, supongo.

—Así es, unos cinco minutos antes en la habitación para practicar el discurso.

Asiento y dejo que se encargue ahora de la recepción mientras yo vuelvo sobre mi camino rogando internamente no toparme todavía con Richard quien se pone insoportable antes de cualquier evento importante. Para mi buena suerte me encuentro con los dos que buscaba con facilidad y los saludo.

—Erika me envió para ver que estén acomodados ya y manda disculpas por no poder hacerlo ella misma —les informo.

—Que dulce de su parte, no era necesario. Ya dejamos todo adentro y nos cambiamos —me responde Celia acariciando su vientre.

ATADOSWhere stories live. Discover now