Capítulo 19

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Erika

Una plenitud peligrosa me llena el pecho con lo sucedido y me asusta el sentimiento de felicidad y tranquilidad al saber que mi esposo me desea sin importar si todo esto fue un trato o no, simplemente me conformo saber que me ve con ojos de un hombre hacia una mujer.

- Ya que nos atrevimos a hablar con franqueza y a disfrutar realmente la luna de miel ¿Qué tal si nos conocemos ahora si con confianza en las dos semanas que nos quedan? - su voz es sueve y honesta.

- Claro ¿no? Ya perdimos dos semanas.

- Entonces, empiezo yo - carraspea - ¿Eres feliz con tu nueva vida? 

Pensé que se refería a conocernos de forma más natural en los siguientes días, pero bueno, así también sirve.

- Si, no me puedo quejar - sonrío elenvando mis hombros con tranquilidad.

- Te toca, pregúntame tu ahora. Cualquier tema es válido. 

- ¿Desde cuándo...? Tú sabes, ¿desde cuándo me ves de esta manera? - mi inseguridad y yo necesitamos tener detalle de cuando comenzó esta atracción sexual y saber si durará.

- Desde que pude ponerte algo de atención, cuando resolvimos el problema con el que te conocí. Es difícil notar detalles cuando está en peligro la vida de alguien ¿sabes? - bromea y me rio.

- Ya, pero en serio ¿fue cuando salí del baño la segunda noche? -me genera mucha curiosidad.

- No, te digo la verdad cuando te digo que me atrajiste desde el momento en que te reparé con atención y te consideré para casarnos ¿crees que el trato y elegirte fue por simple caridad? Créeme que no soy tan caritativo, no me hubiese casado si no me sintiera atraído por la mujer que elegí y esa fuiste tu.

- Ya veo... - me conformaré con eso. Muerdo mis mejillas por dentro para ocultar mi sonrisa de satisfacción solo para mí.

Espero a escuchar su pregunta mientras escucho el viento afuera.

- ¿Quién es Sofia?

La pregunta me tensa inmediatamente todo el cuerpo haciéndome que me levante de un brinco a ponerme mi ropa dejándolo extrañado mientras hace lo mismo que yo sin quitarme sus ojos de encima ¿Por qué me pregunta eso? Nadie sabe que es Sofia, no hablo de ella desde aquella vez.

- No lo sé ¿porque la pregunta? - intento sonar tranquila, pero logró alterarme algo que se supone está enterrado hace años.

- No te alteres, si no quieres responder no lo hagas -

Me dice ya vestidos los dos.

- Mejor dime ¿Qué es este lugar? - le pregunto intentando concentrarme en las hojas que adornan las paredes con dibujos sin terminar.

Suspira dándose por vencido y recibiendo mi pregunta.

- Este es... mi escape del mundo, de la realidad - levanta sus hombros mientras habla mirando lo mismo que yo. Sus ojos me muestran recuerdos lejanos y un ambiente de nostalgia se instala en mi pecho sin saber por qué.

Me toma la mano sacándonos de la cabaña con calma y sentándonos en el césped de afuera rodeados por las paredes de arbustos.

Él se recuesta poniendo sus brazos detrás de la cabeza.

- Hace años, yo no era la misma persona que ves ahora. Cuando cumplí los quince años empecé a aprovechar lo que era ser un niño rico y mimado, nadie me podía dar órdenes más que mis padres y ellos casi nunca estaban en casa. Cuando lo estaban únicamente mi madre me notaba y me demostraba que me quería como podía, pero mi padre solo me daba el dinero a través de las tarjetas de crédito ignorando mi existencia por ocuparse de cualquier otro asunto que era más importante que su familia. -

ATADOSWhere stories live. Discover now