Capítulo 21

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Esteban

El baldado de agua fría que me da el reaccionar a que día es hoy, me termina por despertar completamente.

Voy camino a mi habitación para tomar una ducha rápida, pero Erika se desvía al baño del pasillo, a lo cual reacciono tomándola del brazo para que no se equivoque de camino.

- ¿Qué haces? Tenemos que apurarnos – me dice alzando una ceja.

- Ese no es nuestro baño, linda – sube las dos cejas entendiendo y me sigue no sin antes mirar a ambos lados – es que así es más rápido y gastamos menos agua – le explico ignorando el hecho de que nunca miro cuanto hay que pagar de servicios caseros ya que para mi es como dar limosna, pero para ella resulta convincente.

Abro la llave y el agua empieza a caer calentándose en pocos segundos, tomo mi teléfono y pongo a reproducir la lista de música que empieza con la canción My Boy de Billie Eilish de fondo, ganándome con eso un gesto de confusión e ironía de parte de Erika quien solo tiene mi camiseta cubriéndola ahora.

- ¿es en serio? – abre sus manos entrecerrando los ojos – ¡estamos con prisa y tu colocas una lista de treinta minutos! Apúrate – me retiro el pantalón que es lo único que logré vestir al oír que alguien había entrado a mi casa y le retiro la prenda a Erika que pese a ya haberla visto desnuda varias veces y de haber pasado toda la noche recorriendo cada parte de su delicado cuerpo, se sigue sonrojando al tenerla sin nada que la cubra frente a mi con toda la iluminación que la rodea.

Respiro hondo para concéntrame en que solo es el bañarnos, control de mi cuerpo, que mi cabeza controle mi cabeza de abajo y no el a mí. Ella ya está adentro bajo el agua y yo me poso detrás recorriendo su piel mojada recordando la vez que la vi ligeramente por el pequeño espacio de la puerta del baño. Recordar como me encendió solo con un vistazo me prende más en este momento que la tengo así y como siempre, mi cabeza inferior tiene mente propia y pierdo la batalla cuando se levanta dura y retrocedo un poco para que ella no lo sienta y piense en lo depravado que me debo ver después de las rondas de sexo de toda la noche anterior.

Ella no se voltea, no me mira y se concentra únicamente en lavar su cabello y yo en pasar el jabón por mi pecho procurando mirar a otro lado siendo torturado por mi traicionero cuerpo ¡de verdad solo quería una ducha con esta mujer! Solo mirar para empezar el día con el pie derecho y luego apurarme, pero me salió al revés.

De un momento a otro ella retrocede pegándose a mi erección y nos quedamos en silencio mientras yo sigo sosteniendo el jabón fuertemente ignorando la sensación de quemazón al sentir su trasero contra mi miembro mojado.

Ella me sorprende volteándose rápidamente tomando mis labios y posando su mano en mi pene.

- Pudiste haberme avisado, ayudar a mi esposo cuando tiene este tipo de problemas y dolencias es mi responsabilidad ¿verdad? Estaba en el contrato – me dice atrevidamente sin apartar la mano hablando contra mi boca con la cara muy colorada pero que ni se nota por la forma en que habla. Trago fuerte saliva y ella se fija en cómo se mueve mi manzana de adán al hacer esto mordiéndose su labio inferior – El empezar el trabajo puede esperar un poco más – susurra.

- Efectivamente, mi reina – no resisto ni un minuto más y la tomo del rostro uniendo nuestros labios empezando una lucha con nuestras lenguas mientras su mano empieza a moverse sobre mi miembro provocando jadeos involuntarios contra su boca.

Sigue con la mano y nos separamos para tomar aire y no se cual de los dos tiene la respiración más agitada, bajo el agua logro ver lo erectos que tiene los pezones a los que sin dudar les doy atención con mi lengua y ella reacciona apoyando su espalda contra el vidrio de la ducha empañado sin dejar de jalármela.

ATADOSWhere stories live. Discover now