Capítulo 12

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Erika

Siento mis manos sudar y retiro mi vista de Mike, pero sigo sintiendo su mirada sobre mí. Aprieto mis manos y Esteban me suelta un momento para tomar mi mentón y darme una de sus miradas que transmiten seguridad para sonreír y asentir.

- Ahora, sígueme el juego – dice. Suelta mi mentón y levanta la mano para que nos atiendan, ya que el lugar se está llenado más al ser domingo en hora de almuerzo.

Casualmente Daisy es quien se acerca la mesa alistando su libreta y lápiz para tomar la orden.

- ¡Bienvenidos! ¿puedo tomar su orden? ¿Desean ver el menú? El especial del día es... - dice ella siendo interrumpida por Esteban al levantar el dedo para que ella preste atención un momento y pare su presentación robotizada. En ese momento se detiene a mirar a los que nos encontramos en la mesa para abrir sus ojos con sorpresa al enfocarme.

- Disculpa, soy cliente especial y quisiera que me atienda personalmente el supervisor ¿podría comunicarle mi mensaje para que venga? – dice Esteban con el aire de arrogancia que imagino siempre al ver a los jóvenes ricachones de la zona y que sorprendentemente el no mostró en todo este tiempo.

Daisy queda todavía más anonadada al oír a mi acompañante y pasa su mirada de Esteban a mí. Reacciona momentos después.

- Claro señor, ya mismo lo hago... - ella se va caminando despacio mirando hacia atrás donde me encuentro viendo para después correr detrás de la caja hacia la cocina, justo donde Mike sigue mirándome. Ni siquiera me he tomado el tiempo de detallar su expresión para poder mantener la calma.

- Recuerda Erika, sígueme el juego – me dice Esteban sonriendo con superioridad y con la mano me indica que lo imite al ver que se acerca con grandes zancadas el troglodita del supervisor.

Yo fuerzo una sonrisa y la actitud de Esteban nuevamente sin soltar su mano sobre la mesa. No es casualidad el que nuestras manos enlazadas son aquellas que tienen los anillos están a la vista de Mike, quien ahora está justo a nuestro costado con los brazos cruzados detallando cada uno de mis movimientos sin reparo alguno.

- Un placer verlo nuevamente, señor Sanderson – se levanta para ofrecerle la mano a Mike y yo me limito a estar en mi asiento y mi mirada fija en los movimientos de Esteban para seguirlo en su papel de arrogante chico rico.

Mike responde el saludo dándole la mano a Esteban y se ve como intenta ocultar la expresión de dolor en consecuencia del apretón de mi "prometido".

Esteban se ríe.

- Disculpe ¿nos hemos visto antes? Creo que recuerdo su cara, pero no logro recordar su nombre... - dice finalmente Mike, quien rápidamente retira su mano y la masajea sutilmente mientras mira confundido y algo fastidiado a Esteban.

- Ay ¿no me recuerda? Vengo seguido a este establecimiento. Pero no se preocupe, entiendo que no me reconozca ya que hace un tiempo no aparezco en eventos sociales. – dice pasado la mano por su cabello negro y con una sonrisa de preponderancia en todo su esplendor, parece otro al que vi esta mañana. – Soy Esteban Harrison ¿le suena? Dueño de varias empresas del país. Pero, en fin – se vuelve a sentar y toma mi mano.

- Ya que hicimos las presentaciones, podemos empezar a ordenar – dice Esteban volteando a verme nuevamente suavizando su sonrisa por un segundo para mí. Yo respiro profundo sin dejar mi sonrisa falsa.

Mike voltea a verme nuevamente con más desprecio que nunca.

- Disculpe mi intromisión, señor Harrison... pero ¿sabe con qué clase de persona está acompañado el día de hoy? - Mike no oculta su desprecio y me recorre de arriba a bajo una mirada desafiante.

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