❍ Capítulo 8

6 2 0
                                    

-No me vengas con que nunca has visto un monstruohablarte, da igual su forma o apariencia, soy uno de ellos - Hablaría en un tono molesto la flor. Su tono me sorprendió pues era un poco rudo y borde, aunque me lo tenía que esperar porque no todos iban a ser amables.

-A ver, pensé en varias apariencias terroríficas, pero... No en una flor... - Respondí sorprendida y algo avergonzada. Este soltó un suspiro largo.

-Qué remedio - Susurró. -. Mira, solamente te pido que no acerques tanto tu napia, casi rompes uno de mis pétalos y me despertarte de mí siesta - Pidió aún con ese tono molesto.

-¿N-Napia?

-Nariz - Respondió rápido. No me podía sentir más avergonzada.

-L-Lo siento mucho, no era mi intención molestar - Sentía cierta culpa en mi cuerpo, estaba incluso a punto de inclinar un poco mi cuerpo hacia delante como gesto de pedir perdón, pero a la vez ¿qué tenía culpa? No tenía ni la menor idea de que pudiera haber monstruos con forma de flor.

-Bah... Está bien, solo, no lo hagas más ¿vale? - Movería la cabeza en afirmación. -. Ahora que lo pienso, eres la chica de ayer... Y de los otros días – Susurró esto último.

-¡Ah! ¿Tú también me viste junto con Asriel y Frisk? - Mi pregunta dejó sorprendida a la flor..

-Ahm, ¡Sí! ¡Sí claro! ¡Estaba allí! En otro lado, pero no me dio tiempo a ayudar, esos dos chicos, son, son...

-¡Muy insistentes! - Respondí de golpe, pero al momento me sentiría mal por interrumpirle. - Perdón, perdón de nuevo.

-No, sí tienes razón ¡muy insistentes! Sobre todo, Frisk, demonios, ese chico es muy pesado - Expresó molesta la flor, mirando hacia la izquierda por unos segundos. Me sorprendiera que dijera Frisk, porque cuando le conocí era muy calmado -. Como sea, me alegra - Me miraría de arriba abajo de reojo. -, verte bien...

-Gracias por preocuparte, la verdad no sé qué ocurrió ayer, debo tener más cuidado.

-Sí... Claro... - La flor parecía susurrar algo que no pude comprender bien, esto me preocupó. -. Mi nombre es Flowey, Flowey la flor.

-Ursula, Ursula Dandrina, un gusto conocerte - Que me dijera su nombre me daba un alivio, al menos quería conocerme y que empezáramos por buen pie.

-Nos veremos mucho, posiblemente, no soy una flor quieta – Me aseguró.

-¿Acaso no vives con los demás monstruos? - Pregunté, pero al parecer esto solo le molestó más.

-Ciertamente, no es de tu importancia - Me contestó con un tono borde. -. Y ahora si me disculpas.

Podría ver varias enredaderas enganchadas a la pared de la casa, lo que permitiría a la flor moverse hasta llegar al suelo de tierra del vecino y con ello esconderse, esto me dejó en claro que esta flor podía moverse con libertad bajo mis propios pies, curioso cuanto menos. Igual forma, me sentiría algo mal, posiblemente haya hecho sentir incómoda aquella flor y no era mi intención para nada, solo... Solo quería ser amable.

-Que extraño – Susurré sorprendida. -. Creía... Que sería más amigable.

Suspiré un poco apenada, pero seguiría con mi camino, supongo que no todos los monstruos estarían dispuestos a conocer a los humanos ya que aún estaban asimilando la situación al igual que nosotros. Tenía que ser paciente.

Entrando ya a casa, limpiarme los zapatos y recibir de golpe un fuerte abrazo de mis padres para que estos empezaran a hacerme mil preguntas sin parar, era un agobio, pero bueno ver sus caras de sorpresa al ver que aquellos monstruos que me cuidaron eran buenos, encima, por si fuera poco, Toriel les envió un mensaje para saber si yo llegué bien a casa, esto solo hacía que los monstruos ganaran más puntos para superar la prueba que tenían.

Durante todo el día que quedaba hoy, decidí tomármelo con más calma, me hacía falta descansar, ya había avisado a mis amigos de que estaba sana y salva en casa y que mañana, ya que no había clases, quedaríamos para hablar de un montón de cosas nuevas que habían ocurrido o sobre novedades que tenían que explicar sí o sí.

Sonreí con calma, vaya día, pensé, necesito darme una ducha relajante, disfrutar de mi música, capaz un poco de lectura, unos pocos dulces para darme un poco de motivación, cenar y dormir, pensé una vez más, pero esta vez para planificar la tarde noche antes de que mañana fuera un nuevo día para mí.

Ciertamente me di cuenta de la gran preocupación que había causado a mis padres y no solo eso, era extraño lo que me había ocurrido, como de repente había caído inconsciente y fui salvada por los dos niños y el intento de aquella flor.

Que flor más extraña. ¿Por qué no estaba con los demás monstruos? Que extraño, estaba en las flores del jardín de mi vecino y que me lo encontrara allí, capaz que estuviera de simple exploración y que volvería ahora a su hogar, por ello se metió bajo tierra y se marchó.

Aunque con el tono en el que me contestó no parecía estar muy dispuesto a volver a su hogar, parecía incluso estar molesto cuando hablé de los demás y esto me preocupó un poco, capaz era de otro grupo de monstruos o... A saber qué.

Empecé a darle vueltas a las cosas, sí que era interesante que los monstruos empezaran a vivir en nuestro pueblo, era increíble y tenía más ganas de conocerlos, pero no solo yo, quería ir con mis amigos, estaba segura que si les explicaba mi experiencia sentirían muchas ganas de venir y conocer.

Aunque no era la única con noticias, ellos tenían más... ¿Habrá pasado algo con Alphys? Conociendo que ella habló de mi a los demás, también lo hizo sobre los otros alumnos. ¡Vaya! ¡Estaba emocionada!

Respiré hondo y con calma.

-Cálmate Ursula - Me dije con calma. -. Es mejor... Ir con paciencia, buena letra, conocernos, presentarnos, no ir todo de golpe, es lo mejor, son también personas, capaz... Nos tengan algo de temor...Y más con esa prueba... - Respiré una vez más. - Necesito dormir.

Me metí bajo las sábanas y cerré los ojos, al fin en mi cama que conocía, aunque la cama y las sábanas que dormí antes no eran incómodas... De hecho, me gustaría tener una cama como aquella habitación que dormir, pero no me podía quejar tanto, después de todo era cómoda y agradable...

 De hecho, me gustaría tener una cama como aquella habitación que dormir, pero no me podía quejar tanto, después de todo era cómoda y agradable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗔𝗟𝗠𝗔𝗦 𝗨𝗡𝗜𝗗𝗔𝗦 - 𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora