Capítulo 2.5

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Toriel había dejado de atacar al ver que controlaba este escudo repentino, capaz no se fijó en mi reacción, pero estaba temblando y llorando un poco ya que no era capaz de asimilar lo que estaban viendo mis ojos. Ella, por el otro lado, pensó que estaba llorando porque me había hecho daño, por ello dejó de lanzar bolas de fuego y me abrazó con fuerza.

Ahí es cuando volvimos a conversar de vuelta mientras me curaba y me cuidaba una vez más. En esta ocasión pudimos hablar bien todo, siendo así que ella me entendiera, aunque sentía el dolor en su cuerpo y arrepentimiento por atacarme de esta forma. Lloraba a veces y la intentaba calmar.

Le dije de forma honesta, busqué esta situación, caí al agujero d e forma intencional y quería intentar salir del subsuelo para sacar a todos los monstruos del lugar, pues había oído rumores sobre ellos y no me parecía justo que estuvieran encerrados cuando no eran malas personas, que, si se hablaban, podían convivir los monstruos y humanos a la vez.

No le podía decir que era de otra línea temporal, esta se borró de hecho, o debería estarlo, si le explicaba la total verdad ella no me creería y pensaría que estoy enferma mentalmente. Ella se creyó esta versión ciertamente inventada, más aún al ver que había creado aquel escudo cuando me atacó.

Y hablando de escudos y poderes, le di vuelvas mientras Toriel me curaba y cuidaba, era muy extraño que pudiera dominar tal poder, su color verde fuerte me hizo recordar las palabras que una vez me dijo Alphys y Undyne en la vez que nos conocimos, que Elena y yo teníamos un alma verdosa.

¿Ahora tenía un poder totalmente distinto a antes? ¿Por qué? ¿Por qué ahora tengo otra habilidad distinta? Mi cabeza me dolía tanto que apoyé esta contra el sillón para cerrar los ojos por unos segundos, no podía con toda esta situación, necesitaba reposar al menos unos minutos.

Aunque por desgracia no fueron unos minutos, sino unas horas, cuando desperté lo hice de golpe, recordando mi misión y levantándome de golpe del sillón, sorprendiendo incluso a Toriel quien se acercó preocupada por si había tenido un mal sueño. Negué y me intenté apresurar con la misión, aunque mis pasos fueron frenados por el agarre de Toriel en mi muñeca derecha.

-Pequeña, calma, todo está bien, no quiero que te sientas agobiada o nerviosa por esta situación, debes de ir preparada una vez que salgas de aquí – Me explicó con calma.

Al principio no comprendí sus palabras, pero me avisó de que fuera del castillo el lugar que vería era nevado y frío, necesitaba ir bien abrigada, pues una falda y una chaqueta de entretiempo no iba a servir de nada. Ella me ofreció una bufanda morada con una chaqueta algo más acogedora de color amarillo con unos guantes verdes, para mis piernas pudo encontrar unos leotardos cálidos y calcetines más gruesos.

Me sentía como la típica niña que iba abrigada al máximo posible por su madre o abuela, pero no me podía quejar, la amabilidad de Toriel me hizo sentir querida, más aún cuando me dio en un pequeño táper alimentos cálidos, y también una pequeña mochila para guardar mis objetos. Ahora si estaba más preparada para salir de aquí.

Abajo, en la planta baja, fui acompañada por Toriel, me agarraba de la mano con cariño hasta la puerta que vi anteriormente y tuvimos la pelea. Me soltó la mano, avancé hacia la puerta para abrirla y, antes de marchar, giré mi cuerpo para despedirme de ella una vez más.

Mi visión de ella fue adorable y tierna, sentía que un aura de paz y tranquilidad la rodeaba, flores amarillas con algunos pétalos blancos la rodeaban mientras ella se despedía de mí. Sentía que esto era una buena señal, que ella estaba salvada y que estaría a salvo aquí mientras continuaba mi misión.

Sonreí con gracia, me despedí abrazándola con fuerza y marché corriendo del lugar, cerrando la puerta detrás de mí, sentía una gran fuerza en mi interior mientras veía los pasillos morados siendo menos iluminados, llegando hasta una sala oscura con unas pocas flores amarillas, encontrando enfrente la salida del castillo.

Vi por un momento como Flowey salía de aquellas flores, frené mis pasos porque sentía que él me hablaría con ira, incluso puede que me atacara de vuelta, pero estaba un poco más segura y preparada para los ataques débiles de Flowey, a comparación de Toriel, él era débil.

-Enhorabuena, has conseguido salir de aquí, a pesar de esta estúpida mujer te tenía protegida, lograste dañarla y alejarte de ella – Soltó con desprecio. Sus palabras me molestaron.

-No hice daño a nadie – Hablé con seriedad y molestia.

-¿No? – Preguntó sorprendido, me miró con más detalle. -. No, es cierto... Sigues siendo igual de débil – Susurró con una sonrisa turbia, esto solo me puso más alerta de lo que pudiera hacer.

-Ahora recuerdo porqué no te tenían aprecio - Hablé molesta mientras le miraba. Flowey me miró curioso.

-Entonces... Ya estuviste aquí, al parecer – Cuando dijo estas palabras me di cuenta que por el enfado había dicho de más. -, pero no te recuerdo de otras líneas.

Nos quedamos mirando por unos segundos, sus palabras también tuvieron importancia, pues él podía recordar de otras líneas, esto ya lo sabía porque anteriormente Flowey, en la otra línea, siempre me lo comentaba, pero en esta ocasión podía confirmar que tenía aún ese don. El problema ahora es que, al hablar de más, él estaría más atento de mí, porque no sabía quien era y quería conocerme, intentar recordar, si es que podía.

-Yo que tu iría con más cuidado – Me advirtió, pero no lo sentí como una amenaza de su parte. -, los enemigos aquí son más duros y no creas que tendrás todo tan fácil como ahora – Y al terminar, se escondió bajo tierra.

-Está bien – Solté en un suspiro para luego avanzar.

Nada me iba a detener el paso a partir de ahora, cuando estuve enfrente de aquella puerta, no dudé en abrirá con mis dos manos, empujándola con fuerza para que estas se abrieran de forma que una gran luz me diera a la cara.

Ahora, el lugar que podía ver enfrente mía, era un poco más reconocible, la zona nevada. Toriel no falló con que el lugar era helado, pero eso no quitaba mis ganas de avanzar y seguir con mi misión.

 Toriel no falló con que el lugar era helado, pero eso no quitaba mis ganas de avanzar y seguir con mi misión

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