❍ Capítulo 25

5 1 0
                                    

De tanto dormir, me levantaría mucho más temprano de lo normal, por mucho que intentara dormir de vuelta, no podía ya que mi cabeza le daba vueltas al mismo tema, pero esta vez no estaba tan triste, aunque si dolida, pero era inevitable que el tema se repitiera, tenía que ser fuerte.

Intentando no hacer mucho ruido, me iría a la cocina para prepararme un desayuno decente, esta vez no estaba limitada por el tiempo por ello podría hacer un desayuno para Flowey. Una vez hecho, iría a mi habitación con cuidado y abriría mi puerta con la ayuda de un ligero empujón de mi pie derecho.

Despierto se encontraba aquella flor de pétalos amarillos que bostezaba sin parar, mirándome con una cara confusa, aunque rápido cambiaría al ver que tenía el desayuno incluso para él. Una vez cerca suya y dejara el plato, empezaríamos a desayunar.

-No tendrías que haber hecho esto, es un detalle muy grande... Y lo empezaste hacer desde que aceptaste el trato - Recordó esto último.

-Bueno no iba a dejarte ahí sin cuidar, ¿no? Pensé en ponerte agua ya que así se alimentan las flores más el sol, pero en tu caso, sentía que era un poco más distinto y me di cuenta cuando le diste el mordisco a lo que comí - Respondería con calma y una sonrisa suave.

-Cierto, pero igual tu actitud conmigo ha sido muy agradable, aunque no he sido muy educado contigo a decir verdad... Fui un borde y un desconfiado, incluso un cotilla un poco extraño, no sé por qué aceptaste el trato - Confesó avergonzado.

-Confío en ti y más ahora que todo ocurrió, pero ciertamente no me dejé llevar por las palabras de los demás, podrías habernos matado en aquel momento en el que nos agarraste, pero preferiste hablar las cosas, aunque tus métodos no fueron los idóneos - Respondí con calma.

-Quería usar a ese chico para que hablaras conmigo, que el niño fuera un comunicador y que no me vieras, pero tu amiga apareció y esto me puso más nervioso - Explicó la flor para luego darle un trago al vaso de agua. -. Mi idea era llamar tu atención, conocerte, saber un poco quien eras y luego pedirte ayuda ya que tú estabas conociendo a los monstruos y sabía que tendrías más confianza, si confiabas en mí, capaz podría hacerles ver de forma indirecta de que no todo estaba tan bien, sino que aún podía haber problemas.

-Querías usarme también como comunicadora, ¿verdad? - Flowey afirmó con timidez. -. Es una pena que ahora te empiecen a creer ante la muerte de Elena... - Decir estas palabras no me fueron fáciles por el nudo que me apareció en mi garganta.

-A veces avisar no sirve de nada y luego quedas como el traidor, cuando no es así - Dijo con un tono ciertamente molesto, no iba a por mí sino que posiblemente hacia ellos, los monstruos. -. Y ahora, por lo que escuché, están en máxima vigilancia, sospechan que ellos fueron los que mataron a tu amiga.

-Eso es estúpido- Susurré.

-No, realmente no, Chara no es tonta, aprovechó bien el momento para que los monstruos no pudieran hacer mucho, no pueden emplear su magia ahora, si lo hacen serán una amenaza y tu alcalde no dudará en llamar a los magos.

-¿A los magos? - Pregunté sorprendida. -. ¿Pero no habían desaparecido?

-No, al parecer hay algunos vivos y que se encuentran en esta ciudad, otros son muy jóvenes y están aprendiendo o les van a enseñar - Respondió con total calma. Me sorprendía que supiera todo esto. - Sans me explicó, en el contrato que hicieron dejaron algunas cosas claras, como si fuera un tipo de amenaza para que supiéramos de que no estabais indefensos.

-Vaya... Entonces ahora todos deben de estar... Asustados.

-Claramente... Y eso que pensaban que los magos no estarían aquí, pero se hicieron muchas ilusiones, no todo sería de colores, por desgracia el pasado no se olvida.

𝗔𝗟𝗠𝗔𝗦 𝗨𝗡𝗜𝗗𝗔𝗦 - 𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗬Where stories live. Discover now