X. Retrato

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Sakumo miró con incredulidad como de un momento a otro fue "secuestrado" por un par de niños energéticos, el Uchiha hablaba sin parar a diez revoluciones por segundo mientras que la niña parecía totalmente enamorada de él -lo que le resultaba perturbador, ¿Por qué un niño de unos cinco años estaría enamorado de otro? Sakumo siente escalofríos, no porque le parezca raro, que en parte si lo es, sino que los ojos de la niña son un amor consciente como si supiera en lo que se convertiría en niño y aun así lo quisiera-.

Honestamente, estos niños le parecían raros. La niña tenía esa espeluznante mirada como si supiera más del Niño, como si viera a través de su alma misma y eso lo desconcertaba, pero lo que más le incomodaba era el niño Uchiha que, a pesar de actuar como un niño normal y verse igual, había algo en sus ojos que le decía que este chico solo fingía ser tonto.

También, el niño Uchiha hacía temblar sus instintos y, si no hubiera sido la niña quien lo tocó primero, seguramente Sakumo habría sacado su tanto de inmediato y atacado sin pensar al niño si él hubiera sido quien jalaba de su ropa.

Había algo espeluznante y macabro en el chico que no podía alcanzar a descifrar y que le incomodaba muchísimo debido a que sus instintos largamente entrenados le decían, gritaban, que este niño era extremadamente peligroso y que, si se enfrentara a él, de alguna manera, no tendría grandes posibilidades de salir con vida.

Entonces, no podía entender porque tenía al niño que ponía en juego todos sus sentidos de shinobi sentado en su regazo mientras la niña tenía su cuaderno entre sus dedos y los miraba fijamente con una mirada apasionada en sus ojos mientras sacaba la lengua concentradamente.

Ah, ni siquiera puede entender cómo es que la niña logró convencerlo de que era una buena idea hacer un retrato de ellos y que luego él se lo firmara, porque, según ella, ambos eran fans de él.

Sakumo retuvo un suspiro mientras "posaba" para el retrato, Obito estaba felizmente bebiendo un jugo de frutas que, a su honesta opinión, estaba delicioso.

Los pensamientos del hombre, por primera vez desde que falló esa misión hace tantos meses, se dirigieron a pensamientos livianos y despreocupados en vez de los sombríos y pesados que comúnmente lo estaban azotando hasta destrozar cada parte de su espíritu, desquebrajándolo lentamente a una cascara de hombre.

Sakumo pensó en si debería pedirle la receta de alguno de los postres que la niña había hecho, sinceramente, ella tenía buena mano -¿O tal vez él tenía mala mano? Mmm... era probable que él tuviera mala mano, por algo, la mayoría de sus comidas eran compradas afuera, porque para su vergüenza, a pesar de ser un adulto funcional y un shinobi poderoso en pleno derecho, Sakumo Hatake no sabía cocinar... al menos no una cocina por la cual quieras pedir un segundo plato, sino una... regular-, pero luego de pensarlo un poco, se sintió ligeramente avergonzado, ¿Tal vez debería irlos a dejar a sus casas y luego preguntarle a la abuela de la niña las recetas?

Si quería salvar un poco de cara, preguntarle a un adulto sería lo adecuado.

Sí, definitivamente le preguntaría a la abuela de la niña sus recetas.

—¡Ta-dá! ¡Lo terminé, está listo! —exclamó orgullosamente Jin mostrando el retrato.

—Es... sorprendente... —habló sin palabras Sakumo mirando el exquisito dibujo.

—¡No sabía que podías dibujar! —Obito saltó del regazo de Sakumo rápidamente para mirar impresionado el dibujo y tomarlo entre sus manos— ¿Cuántos talentos tienes? ¡Sabes cocinar delicioso, eres buena estudiante y sabes dibujar así de bien!

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora