So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

LXIV. Vitrinear

Dos días después de la conversación con Kakashi, Jin salió junto con él para hacer una minuciosa compra de cosas nuevas -que no necesitaba del todo, pero nunca hay una buena excusa en Konoha como para simplemente salir a vitrinear y, como no hay centros comerciales ni páginas web donde promocionen productos, le toca ir a ella a pie y buscar tradicionalmente- porque Jin quería curiosear el mercado y ver si ahora, por fin, habían moldes de galletas o queques, de lo contrario, tendría que ir a pedírselos a una herrería para que se los hagan personalmente.

Jin odiaba eso de este nuevo mundo, ¡Jin quería sus galletitas en forma de estrellas y dinosaurios! ¡Quería comerse un rico muffin con forma de corazón relleno de chocolate! ¡Hacer galletas con formas de arbolitos navideños u hombres de jengibre! Galletitas en forma de pececitos... de personitas... de flores... Jin se retuerce en su lado infantil de querer comer galletas bonitas y divertidas.

Y, como era de esperarse, no había moldes para galletas o queques nuevos, por lo que, para su gran, pero no inesperada decepción. Jin tendría que pedir moldes personalizados a una tienda particular que reciba pedidos... y luego hacer que su padre extienda una variedad de tiendas con moldes de diversas formas, Jin estaba bastante segura que galletas en forma de Kunai y Shurikens se venderían especialmente bien en la población infantil.

Mira ahí, su padre tendría otro negocio rentable, tal vez podrían abrir tiendas de galletas con formas especiales.

Pensando en eso, su ceño se endureció y arrastró a Kakashi que perezosamente leía porno con una mano. Realmente él no estaba interesado en lo que estuviera buscando Jin, sabiendo más que nada que solo quería salir, porque necesitaba un soplo de aire fresco después de estar durante toda la mañana haciendo diversos sellos sola, porque Orochimaru tuvo que ir a una misión, para su terrible desgracia.

Jin podría haber venido sola claramente, pero después de escuchar como ella podría ser posiblemente un objetivo de alguien, ya que una persona misteriosa que no se dejaba ver la estaba siguiendo hace ya tres días, Kakashi decidió acompañarla por si sucedía cualquier cosa inesperada.

Que lo condenen si le pasa algo a Jin que él pudiera evitar.

Decepcionada, Jin miró como no había ningún artículo de cocina nuevo, por lo que fue a curiosear a la papelería para ver si hay algún nuevo material de hojas, tintas o alguna cosa útil que se pudiera llevar, pero para su nueva decepción, nuevamente no encontró nada, pero Kakashi aprovechó para comprar nuevos pinceles de caligrafía y lápices para escribir sus informes, junto con tres cuadernos en oferta.

Con su papá respirándole en la nuca (Sakumo), Kakashi no aflojaría sus informes si no quería recibir un golpe en la cabeza y una amable y cálida "sesión de entrenamiento". Jin siempre se reiría de él por ser irresponsable, pero cuando Sakumo se volteara a verla con su amable sonrisa, Jin correría despavoridamente hacia su papá (Banri), con la esperanza que su adorado y amable papá pudiera conmover el endurecido corazón del legendario shinobi.

La mayoría de las veces, lo hacía, las pocas veces que no, su papá terminaría regañando a padre (Sakumo) por ser bruto con ella y lastimarla en entrenamiento, a lo que el albino agacharía la cabeza e intentaría replicar que, si no hay golpes en el entrenamiento, no hay entrenamiento en sí mismo.

Por supuesto, Banri no escucharía -él tendría a ser irracionalmente protector con ella desde que supo que se aguantaba sus dolores o no atendía sus heridas menores como pequeños cortes o rasmillones-, su hijita sufrió mucho cuando era pequeña, no merecía otra figura que la sometiera a tal paliza porque si.

Pagando los artículos que Kakashi necesitaba, Jin se veía decepcionada mientras su hermanito le daba suaves palmadas en la cabeza intentando reconfortarla. De todas formas, la comida a Jin le quedaría exquisita, incluso si no tiene forma de estrella, corazón o la cosa de la que quiera darle forma.