XXVIII. Aquí

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Obito casi se siente mal por lo que iba a hacer, casi.

Mirando como incluso cuando Kakashi renunció a la misión por rescatar a Rin, aun sucedía lo mismo que en su primera vida, Obito no pudo evitar pensar en que algunas cosas están destinadas a suceder. Incluso Rin esta vez se vio envuelta en todo ese embrollo del derrumbe y él tuvo que tirar a esos dos idiotas lejos de la roca que supuestamente lo mataría -Puede que accidentalmente Rin destrozara el suelo cuando dio un golpe fuerte a impactar contra la roca, Tsunade es aterradora-.

Sintiendo el sabor a sangre en su boca, Obito recitó el mismo discurso de su primera vida todo conmovedor y creyente en la vida, iluso, desgarrador y completamente desesperanzador, pero a la vez, extremadamente inspirador.

Fue un poco lamentable escuchar los gritos desgarradores de Kakashi mientras sollozaba incontrolablemente y gimoteaba como cachorro herido, era un poco patéticamente adorable, pero demasiado patético para su gusto. Era bonito si una chica linda lloraba por ti, horrible si lo hacía un hombre, eugh...

En fin, quedándose solo con un ojo en su cuerpo, Obito se preguntó cuanto se demoraría Zetsu esta vez.

Fue un poco lamentable como Kakashi utilizó todos sus sellos curativos en él sin resultado alguno porque la roca presionaba casi todos sus órganos internos y, cada vez que intentaban mejorar, solo empeoraba casi imperceptiblemente... Rin se sintió incluso más amarga y áspera porque ella no había desarrollado la fuerza de los cien, llorando como si hubiera sido más fuerte, solo un poco más, hubiera podido liberar esa fuerza monstruosa -incluso más de la aterradora fuerza monstruosa que poseía-, salvarlo de esa roca y curar todas sus heridas.

Blablablá, discursos para otro momento, podía sentir las manos de Zetsu tocar su espalda a través de la tierra y luego la absorción del suelo como si este intentara tragárselo.

Mirar a Madara hizo que fuese extremadamente difícil controlar su chakra, expresión y Sharingan, pero de alguna manera milagrosa, lo hizo.

La recuperación fue una mierda total, pero habiéndolo hecho una vez, a él simplemente ya no le preocupaba nada y lo hace sin quejarse en absoluto.

—¿Y esa comida? —preguntó Zetsu blanco y Obito ladeó la cabeza.

—Rin me la dio —mintió como profesional y se sonrojó ligeramente... la suave sensación de los labios contra su piel—. Rin-chan es...

Discurso enamoradizo durante más de tres horas de cuan perfecta era su bella Nohara Rin, cuanto amaba sus cabellos achocolatados y demás, Obito continuó su entrenamiento.

Serían unos largos, laaargos meses.

Jin, por otro lado, tembló impotente al ver el nombre grabado de Obito en la piedra conmemorativa, casi al mismo tiempo que el de Might Duy, el padre de Guy...

Kakashi había entrado en una depresión horrible al punto en que ni siquiera quería comer, después de todo, Obito era como su hermano de manada, su igual... Sakumo también cayó duro, Obito era casi su propio cachorro para él, tal como lo era Kakashi o ella, Sakumo quería al Uchiha como un hijo.

Perder a un hijo era doloroso.

Jin tuvo su propia etapa de duelo, pero aún estaba motivada.

No cadáver de Obito = Obito no muerto.

Aunque las terribles preguntas de si su presencia en el mundo shinobi cambiaría algo, si por su afecto descarado Obito no sobreviviría...

—Sakumo-san, mientras no haya visto el cadáver de Obito-kun con mis propios ojos, ¡Él no está muerto! —exclamó Jin con ojos ardiendo en seriedad y con emociones complejas.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora