LIII. Patético

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Oficialmente, la peor semana de Obito en toda su miserable vida ha sido esta.

Claro, la semana después de la muerte de Rin era puro dolor y agonía, pero al menos no estaba malditamente caliente mientras se sentía culpable, triste y un montón de mierdas tan molestas, que ni siquiera podía concentrarse realmente sin que sus pensamientos divagaran hacia otras partes casi delirando.

La comida ni siquiera sabía igual, pero considerando que ni siquiera necesitaba comer, Obito lo descartó como algo innecesario a sí que simplemente dejó de comer, aunque había algunas veces en las cuales simplemente comía algo que, lastimosamente, no sabía tan bien como la comida que Jin le preparaba diariamente con tanto esfuerzo haciéndolo botar la comida luego de unos cuantos bocados.

Obito gimió exasperado mientras se dejaba caer en la cama, no podía creer lo patético que era. Durante toda esta semana, aparte de sentirse miserable por el constante autodesprecio llegando a meditar seriamente si debería o no quitarse la vida porque ahora definitivamente había perdido cualquier decencia humana básica y se había vuelto una completa bestia, él también había estado insoportablemente caliente como si fuese una especie de animal en celo.

Joder, ni siquiera podía concentrarse correctamente con la polla dura mientras hacía lo posible por ignorar su maldito estado de perra cachonda y necesitada.

Estaba tan enojado que no sabría si se mataría de rabia o de arrepentimiento.

—¡Joder! —Obito farfulló mientras se bajaba los pantalones bruscamente y sujetaba su dura polla molesto consigo mismo.

La peor parte de todo esto, era que no podía dejar de pensar en Jin y lo bonita que se veía con su polla insertada en su hermoso coño o en bonita boquita luchando por siquiera intentar chupar la punta de su gorda polla, tratando de complacerlo mientras sus bonitos ojos de corazón rodaban hacia a parte posterior de su cabeza y su rostro se sonrojaba hermosamente.

—Soy un maldito enfermo —gruñó enojado y frustrado mientras continuaba moviendo rápidamente su mano sobre su sensible polla rojiza y adolorida.

Obito tragó ligeramente saliva mientras el sudor caía por su mejilla y resoplaba con frustración, su mente divagando en el vestuario habitual de Jin que nunca antes le había tomado mucha importancia hasta que ahora se había vuelto un maldito enfermo pajero.

Su respiración se atascó ligeramente recordando como su kimono lila tenía un amplio escote cubierto por esa tela de licra turquesa, no había mucho de excitante en ello si ignorabas la pronunciada hinchazón de sus senos y el conveniente Obi rodeando el fin de su cintura hasta la mitad de sus amplias caderas, las cuales empezaban dar paso a su gran y gordo trasero que...

—¡Mmmg...! —Obito gimió y su polla se sacudió, su mente febril pensando en el bonito cuello de Jin cubierta por esa tela negra de su top, el cual casi parecía un excitante collar de mascotas con el cual podría simplemente obligarla a arrodillarse entre sus piernas y chupársela, mientras ella lucha con su bonita boquita llena de polla y lo mira con ojos llorosos el podría ver sus senos manchados con el semen que no puede tragar, sus ojos desvariando a su regordete trasero y...

Qué bonita se vería...

Sus pensamientos se dirigieron a la abertura en la pierna de su kimono, dejando a la vista uno de sus gruesos muslos y su bonita pierna de piel pálida y lechosa, firme, cubierta por botas hasta un poco más debajo de su rodilla de distintas manchas de verdes...

Obito tragó saliva ligeramente, su polla sacudiéndose al recordar que la abertura de su kimono dejaba a la vista parte de sus diminutos shorts negros con un borde en la cintura turquesa que no hacían mucho por intentar cubrir algo, porque parecían casi más unas malditas braguitas que apenas podían con la mitad de su jugoso trasero...

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Where stories live. Discover now