CIX. Konoha

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Cada día más cerca del final, así es

En el próximo capítulo, ¡Jin se entera de que está embarazada!

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El temido día llegó y tenían que marcharse.

En realidad, no era tan temido, pero este mes se le había hecho rutina tener a Obito pegado como su segunda sombra y prácticamente no separarse a menos de que estén en el baño. Haciendo un puchero mirando todos los pergaminos con cosas que tendrían que llevar, Jin refunfuñó un poco malhumorada, pero Obito suavemente la distrajo masajeando sus hombros y besando su nuca antes ofrecerse a llevar las cosas como el caballero que era.

Por mucho que su padre deseara que fueran en carruaje de ida y vuelta, Jin no soportaba la lentitud del carruaje, acostumbrada a estar corriendo de un lado a otro -una de las razones por las que a pesar Orochimaru y ella están en forma a pesar de estar casi siempre encerrados en el laboratorio, es porque se la pasaban corriendo de un lado a otro verificando libros, datos, sellos y pergaminos. Ellos no eran ajenos a irrumpir en pequeñas aldeas en medio de la noche para robar sellos si es que los necesitaban-, por lo que no iban a ir en carruaje ya que era demasiado lento para la impaciencia de Jin.

Aparte... Jin se sonrojó ligeramente y miró a su esposo empacar sus propias cosas.

Ejem... Obito se aburría bastante en un viaje lento, estuvieron a punto de pillarlos juntos muchas veces si no fuese porque su hombre activaba inconscientemente el Sharingan mientras le hacía el amor.

Con esto en mente, Jin reafirmó su decisión de ir saltando de árbol en árbol, aunque dudó un poco al recordar su repentina sensibilidad en sus senos durante las últimas dos semanas y sin duda alguna sería un infierno si sus senos rebotasen en cada salto, pero lo ignoró.

Encogiéndose de hombros, Jin lo descartó como que no estaba acostumbrada a la obsesión de Obito por sus senos y lo apartó de su mente.

Tomados de la mano y soltando alguno que otro coqueteo, ambos partieron hacia Konoha. ¿Podrían haber utilizado el kamui de Obito para llegar al instante? Si, claramente, ¿Lo hicieron? No, querían más tiempo para ellos mismos mientras tenían un tranquilo regreso a casa... y quien sabe, tal vez una que otra parada en mitad del camino.

Al llegar a las puertas de Konoha, la sensación de estar realmente casados se asentó aún más en sus corazones cuando presentaron los papeles del motivo de su ausencia durante un mes, ver el brillante sello rojo del Hokage impreso en sus papeles de matrimonio hizo que las mejillas se ambos se pusieran rojas mientras quienes guardaban la puerta los miraban alzando una ceja.

No eran los legendarios guardianes de la puerta, Izumo y Kotetsu, pero Jin se alegra de que no sean ellos o de lo contrario, esos dos bastardos estarían burlándose de Obito y codeándolo mientras los avergüenzan a ambos -y, definitivamente, joderían a Obito y ella con que al final él no pudo resistirse a su comida divina, junto con ella le hizo un "amarre" al Uchiha. Continuarían diciendo que ella lo condicionó para ser su esposo, que lo preparó desde niños y otras cosas estúpidas que Jin no dudaría en darles una patada en el culo que los envía hasta a luna-.

Nunca debió darles esos pastelillos de fresas, si pudiera retroceder en el tiempo, Jin tiraría los pastelillos de su anterior yo al suelo -y lo más probable es que su anterior yo se pusiera a llorar- para que esos dos nunca se volvieran parte de la secta de adoración de comida que formaron los retrasados de sus amigos, sin duda esos dos eran unos de los más ruidosos del grupo.

Con todo listo y comprobado, ambos tuvieron que dar su """informe""" léase entre líneas, hacer un show para que no acusen al Hokage de nepotismo y volver a casa para ordenar todo.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon