TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)

Capítulo 17: La Capital de Daurat en plena fiesta

Estaba tan convencida, y...me volví a dormir. Pero esta vez, nada se había visto. Y era algo por lo que estaba agradecida. Me desperté fresca y llena de energía.

"aaah, que bien dormí. Este día esta para caminar y pasear tranquilamente por la ciudad"

Un cielo soleado y despejado se mostraba a través de una ventana alargada y de finas cortinas floreadas. Me apoye en la madera que se desprendía del marco de esa ventanilla, y me aliviaba ver lo parecida que era la vista de las civilizaciones en este mundo, al mío. Me hacía entender que no estaba tan descolocada de este lugar. Las casas vecinas eran muy pintorescas, igual de grandes y bien estructuradas. Las calles eran como de un grafito muy brillante, y las viviendas estaban al borde de ella. Al parecer el camino para llegar al centro de la ciudad es empinado, es una bajado no muy brusca, pero notable, mientras que la ruta de nuestra llegada es bastante llana. Creo que a partir de esta zona las calles comienzan a inclinarse. Me encantaba, le daba una vista maravillosa y entretenida. Me daban ganas de caminar cuesta abajo y curiosear más allá.

Mis manos se mantenían sosteniendo mis mejillas, pero se abrieron hacia los costados con los dedos bien separados, en un gesto de asombro al ver algo inusual.

—Wooow, ¿Por qué tanta gente baja al mismo tiempo?

De improviso, un enorme número de personas bajaba por esos caminos, produciendo un gran alboroto y destruyendo la calma. Alegres y ansiosos, como si quisieran llegar lo más rápido posible a un lugar, del cual yo no estaba enterada.

Incliné mi cabeza y pensé: ¿A dónde irán?

De igual forma, creía que no iríamos por ese lado, nuestro recorrido de hoy seria calmado y especifico. Sitios que se deben ver en primera instancia para conocer mejor esta civilización.

—¡¡Meloodyyy!! —Ángela abre la puerta de golpe.

—¡AAhh! —pego un salto del susto.

—Perdón, no toque. ¿Te gusta tu nueva habitación? —ella se ríe y abre sus brazos señalando la habitación.

—Sí, es hermosa, te lo agradezco —le sonrío.

—Eso es bueno —responde sinceramente —Bueno, nos vamos, ¡ya!

—¿Cómo, ahora? —me extraña el repentino apuro.

—Sí, no nos podemos perder el gran festival —exclama con entusiasmo.

—¿Festival?, pero, ¿y el recorrido que íbamos a hacer?

—Eso jajaja, lo estarás viendo mientras estamos en el festival.

—¡Niñaaas!, bajen que no llegaremos al espectáculo —Josephina grita desde el primer piso.

—Ah, esperen que me cambio y bajo —digo mientras abro un placar cerca de mi cama.

—Bien, te espero abajo —Ángela se va y cierra la puerta.

"¿Que me pongo?, creo que este pantalón está bien"

—¡¡VESTIDOOO!! —Josephina grita otra vez, como si hubiera escuchado mis pensamientos.

"No me salvo de esta"

Me puse un vestido que llegaba un poco más arriba de mis rodillas, con varias capas blancas y de un color azul en la parte de arriba. Me ate el pelo ya que el calor se mantenía, y unos zapatos abiertos bien claros.

Salí y bajé las escaleras.

—¡Ya estoy! —me apresure a decir. Había solo una persona esperándome dentro de la casa.