TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)

Capítulo 18: Burbujeante sentimiento

El hombre presentado como "el increíble Elián" apareció cuando los telones rojos se abrieron de par en par, y con un sobresaliente brillo, hizo que todas las esferas colgadas por toda la plaza se iluminaran por un momento y se extinguieran al otro. Tal vez como era de día no se apreció por completo, pero si se notó y creo una pequeña conmoción en la gente. Leo sonrío apenas ver a ese hombre. Su presencia era indudable, note lo distinguido y alto que era, comparándolo con el presentador a su lado. Su edad era un poco incierta para mis cálculos, pero debía tener alrededor de cuarenta años. Tenía el cabello largo que permanecía atado por una cinta negra, y vestía bien arreglado pero fresco por la temperatura elevada de este día caluroso. De confección brusca pero armoniosa, y de una tez beige, combinado con el color marrón claro del pelo y ojos.

"¿Leo lo conocerá?, es raro ese tipo de expresión en él. Eso sí, me sorprendió el brillo repentino"

—¡Los saludo cordialmente cálidas familias aquí reunidas, me alegra ser parte de este hermoso reino y que me reciban de esta forma! —Elián gritaba con una voz grave y enérgica, a través de la multitud de gente que escuchaba detenidamente —¡Gracias por darme la oportunidad de mostrar lo que se puede crear, y la esperanza que uno puede obtener! ¡Primero, les presentare a mi fiel amiga INA, dueña de todo el milagro que formo!

Elián se toca el pecho y susurra unas palabras. Lo que me recordaba a Esteban cuando su espíritu salió de él. Fue lo mismo, el espíritu salió como un viento amarillo que luego formo su cuerpo. Era increíble como estos seres se asemejaban a los animales, y este era el caso. Este espíritu tenía el aspecto de un búho con unos ojos enormes y negros, pero con un plumaje brillante y dorado. Su tamaño superaba la cabeza de una persona y este mismo se había puesto en el hombro de Elián, su portador.

—Woow, que bello —no pude evitar decir con la vista fija.

—Sí, verdad —contesta Leo mientras seguía sonriendo.

Empezábamos a emocionarnos cada vez más, hasta que se anunció algo a último minuto. Otro hombre un poco bajo y regordete salió detrás del telón. Se acercó a Elián y le hablo al oído para que nadie más se enterase. Elián después de escucharlo lo miro sorprendido y serio, como si algo realmente lo allá perturbado. Acto siguiente, él se froto la cien y le asintió con la cabeza al hombre que le dio la noticia, quedando solo nuevamente en el escenario, pronunciando palabras que determinarían el futuro de este show.

—Ahh, esto es difícil, pero lamento decirles que debo irme.

Apenas se escucharon esas palabras, las personas se pusieron como locas, realmente decepcionadas y tristes, gritando y levantando los brazos. También nos habíamos puesto triste con Leo. Pero Elián calmado con un movimiento de brazos hiso callar a todos.

—Déjenme terminar, debo irme por ahora, pero volveré al anochecer, lo prometo. Perdónenme esta ausencia, pero debo irme. ¡Si esperan hasta la noche, hare algo nunca antes visto, que jamás haya mostrado en ninguna de mis presentaciones y serán los primeros en verla! —Él sonríe decidido.

La gente grita a su favor, feliz y aliviada por esa noticia. Solo se esperaba su presentación, tantas historias y dichos de este hombre apuntaban a un inolvidable momento.

—Uff, eso me desanimo por un instante —Leo dice aliviado mientras frota su cuello.

—Jajaja, cierto —le contesto.

—¿Por qué ríes? —pregunta Leo sonriendo.

—No, por nada, el susto tal vez —vuelvo a reír. Leo se contagia.