Capítulo 34: La NO despedida

349 47 10
                                    


Nunca desee que el tiempo se detuviera como hoy.

Lo planeado era que en el día de ayer Leo se marche, pero con lo sucedido anteayer, todo se alboroto y retrasó. Aun así, él no quiso perder más tiempo y decidió irse apenas mañana, sin importar lo que lo demás le digan, ni Ángela, ni Josephina; Esteban solo dijo que como ya era un adulto respetaría su decisión. Yo no dije nada, ¿Qué iba a decir?... Leo se mantuvo callado sobre el incidente, estaba encubriendo mi situación, porque yo sé que estaba consiente cuando mi espíritu tomo las riendas de mi cuerpo, lo sé. Tuvimos que pasar por algunas preguntas de los adultos, pero en casi todas respondía él y yo le seguía la corriente. "No recordamos nada" decía.

"¿Por qué tantas prisas de marcharse?" pensaba temprano por la mañana, mientras salía de mi habitación y bajaba por las escaleras.

Abajo, como era normal, esperaba mamá con el desayuno en la mesa, pero lo extraño era que Ángela ya se encontraba comiendo antes que yo, siendo que soy de las que madrugaban por costumbre. Parecía que las semillas sobre el pan le hubieran traicionado, ya que las sacaba bruscamente de sus migas, una por una con una mirada seria mientras las dejaba al costado. Sabía que no les gustaban, pero la decisión de Leo debe afectarle, y apenas llegando a sentarme a su lado escucho pasos bajando sin darme la oportunidad de decir "Buenos días", Ángela ya le había enganchado a Leo con la mirada.

—¿No te has ido todavía? —ella pregunta burlonamente mientras frunce el ceño.

Leo no respondió y siguió caminando tranquilamente hacia la puerta de salida.

—Hijo, ¿A dónde vas? —Josephina pregunta después de mirar a mi hermana desaprobando su actitud.

—Lo siento madre, acorde con Bastián de salir. Me exigió tanto que no pude negarme —sonríe normalmente y al abrir la puerta saluda —Volveré por la tarde.

—Ah entonces él tampoco ira a la escuela ho--, —detuvo su boca al ya perderlo de vista y desalentada dice —ya se fue.

—Déjalo, después de todo nos abandonara y se ira con papá.

—Ángela no digas esas cosas, entiende que es algo que tiene que hacer.

Ella continuo con una actitud negativa al correr su cara y se levantó de la silla.

—Me iré a la escuela, Melody vamos —me mira y se da vuelta caminando. Yo me paro, pero no sin antes tratar de calmar los ojos de Josephina.

—Mamá...

—¿Si Melody?

—Que tengas un buen día —sonrió como puedo. Ella me mira sorprendida, luego sonríe y contesta como si se diera cuanta de algo.

—Buen día hija.

Me dan miedo sus rostros preocupados y amargos sentimientos, ya que se mucho de ellos, y no quiero que lo sientan, pero creo que ni yo puedo evitarlo al pensar que se irá. Ahora me entero de que el ultimo día también falta a la escuela y no lo veré hasta más tarde, y tanto que me había costado convencer a Josephina que me dejara ir a la escuela hoy. Todavía le tiene preocupada lo que paso hace dos días y quería que siguiera en reposo, pero estoy bien. Realmente lo estoy, lo único que duele son mis músculos, pero un poco. En cambio, Leo debe estar más adolorido que yo, y sin embargo decide marchar no habiéndose recuperado. Sus brazos están cubiertos de vendas y él los hace ver como si nada fuera.

"No sé por qué, pero me duele el pecho"

_ ¿No serán tus pulmones?

La voz de Peyron habla dentro de mí. Esta es otra de las nuevas rarezas. Desde el incidente puedo escuchar su voz como si me hablara en el oído, él dice que ahora es parte de mí y que se volverá algo común su presencia, que debo mantenerlo en secreto hasta que cumpla los quince y ser cautelosa con Leo, porque él ya lo sabía. La única complicación es que no contesta ninguna de mis peguntas.

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)Where stories live. Discover now