Capítulo 20: La historia se repite

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En esa misma noche, Esteban toco a mi puerta. Después del suceso claramente traumático y confuso que había vivido, me encontraba cansado, sentada sola sobre mi cama, y tratando de encontrar explicaciones que solo yo podría aclarar. Esas oscuras y tenebrosas sombras seguían en mi mente, llenándome de temor hacia mí misma. Tal era mi preocupación, que el pánico no me dejaba concebir el sueño. Sentía que no había tiempo, que debía desaparecer, y si seguía causando problemas, todos terminarían repudiándome como en el pasado.

Empiezo a respirar entrecortadamente, conteniendo lágrimas y mordiéndome el dedo índice. Ningún sonido debía escapar de mi habitación, queriendo que mi existencia fuera casi imperceptible ante los demás. Un débil y despreciable ser. Maldecía mi vida, maldecía mi cara, mis cabellos, mi nariz, las cuencas de mis ojos, las pisadas que daba, el aire que robaba. Odiaba mi voz, mis flacuchos brazos, los sonidos de mi corazón y la maldita esperanza sobre el cambio. Temblaba....

Toc!

Se escuchó un solo y fuerte golpe en mi puerta. Decidí pararme para que mi tembloroso cuerpo se tranquilizara y abrir la puerta lo más normal posible.

—Melody, escuche lo que paso —Esteban dice seriamente.

—Estoy bien —me apure a decir con el rostro cansado.

—Ni siquiera te lo había preguntado —abre aún más la puerta con su mano izquierda para entrar.

—Ah, solo pensé que es lo que me preguntarías, lo siento —trato una sonrisa que fallaba en lo creíble.

—¿Por qué te disculpas?

—Yo, yo no sé... —me intimida un poco su pregunta.

—Vamos a hablar, siéntate.

Me siento en la cama y él a mi lado.

"¿Qué es esta situación?, me dirá que me vaya, lo sé"

—¿Cómo te sentiste? —me mira preocupado.

—¿Eh?

—Cuando la oscuridad te envolvió y no dejaban que escapes —explica.

—Me-me dolía. Mucho, y sentía el pecho frío, como si tuviera varias capas de hielo clavadas —me resigno a contarle la verdad, mientras apretó mi brazo.

—¿Qué pensabas en ese momento? —pregunto sin vueltas.

—¿Pensar?, creo que todo lo malo, lo horrible y odioso del mundo. Hasta que una vos me hablo —digo mirándolo a los ojos. Había decidido ser sincera por esta vez.

—¿Una voz?. Y ¿qué te dijo?

"Pensé que me creería loca. Sin embargo, presta atención a todo lo que le digo"

—Dijo que yo podía pararlo, que solo necesitaba confianza. Luego, que tenga paciencia y que por esta vez no me ayudaría, sino ustedes —mi expresión se torna a confusión.

—Tienes idea ¿de dónde es o de quién es la voz?

—Para nada. Aunque ya la he escuchado antes.

—Entiendo. Gracias por decirme la verdad —Esteban acaricia mi cabeza y sonríe cálidamente.

Puede que tenga un semblante serio, pero descubrir una sonrisa como esa, me hace creer lo contrario. Él sabía que no estaría bien, así que no le fue necesario preguntármelo.

Me sentía tranquila bajo su mano.

"¿Esto es lo que se siente tener un padre?"

—Tienes que descansar, duerme y olvida este incidente —se para.

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)Where stories live. Discover now