Capítulo 19: Sombras del corazón

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¡Tu! —Elián señala al elegido. —Ven, serás mi ayuda.

"Uff, no soy yo, que alivio"

Un niño de uno o dos años menos que yo, había sido llamado al escenario. De una apariencia común y ordinaria, pero de una fragante sonrisa llena de vida y felicidad, de ser llamado nada más ni nada menos por Elián. Se apresuró para llegar, pidiendo permiso y pasando a toda la gente delante de él. Apenas se paró enfrente de este increíble hombre, se inclinó haciendo una reverencia y dijo palabras de agradecimiento, a lo que Elián sonrió y asintió. Los padres de este chico gritaban demostrando su apoyo, además de hacerlo sonrojar por el acto vergonzoso y sobreprotector de ellos, haciéndolo ver aún más tierno de lo que se veía.

Yo sin darme cuenta, sonrío nostálgicamente. Recordaba lo sobreprotectora que era mi madre conmigo.

Muy bien caballero, ¿cuál es su nombre? —Elián le pregunta al niño. Parecía un poco nervioso.

—Emm, bueno, mi-mi nombre es Francis —contesta frotando sus dedos.

Buen nombre, y ¿tu edad? —sigue la conversación.

—Te-tengo once años desde ayer —explica sonriendo.

Te felicito, todo un hombre.

—Muchas gracias —dice Francis un tanto más confiado.

—¿Estás listo Francis? —Pregunta de repente.

—Si claro, estoy listo.

Grandioso, explicare lo que pasará —Elián se posiciona al lado de Francis —Yo te tomare de la mano, y haré que la luz que guardas en el interior se muestre, en fáciles palabras que salga para afuera. Estarás brillando por unos segundos hasta que de apoco suelte tu mano. No tengas miedo, no sentirás nada, solo calidez.

—Así que eligió a un niño, eso es lógico —dice Leo.

—¿Por qué lo dices? —le pregunto.

—Un niño no tiene oscuridad en su interior, o por lo menos muy poca. De esta manera no habría problemas, ya que según lo que leí, si tu liberas la luz de un cuerpo, también dejas fuera la oscuridad, aunque en menor medida. Puede que, aunque allá esa oscuridad en uno, no se libere por ser débil, pero si se llegara a dar el caso de que la persona tenga una gran cantidad de ella, pueda escapar y terminar mal —Leo me explica seriamente.

—Se asegura de que sean niños, porque sabe que es peligroso —contesto.

—Exactamente Melody.

Al terminar de explicarle al chico y al público, tomó acción.

Agarra su mano, y el muchacho se para en dirección a la gente, para que se aprecie de frente. Ina entra al pecho de Elián y después de unos diez segundos, sus ojos vuelven a ser negros y profundos, como si examinara bien adentro del niño buscando su luz interior, para luego extraerla hacia afuera. Francis empezó a temblar y le provoco un miedo momentáneo, que cerro fuertemente sus ojos.

Un débil centelleo, como una chispa que saltaba simultáneamente se había prendido en su pecho, que luego se fue expandiendo cada vez más. Todo su cuerpo empezó a iluminarse, teniendo como punto más fuerte el tórax. Se liberaban destellos que cegaban a las personas, logrando mostrar al fin, el núcleo de energía positiva y clara que este chico poseía. Era un alma amable y de gran valor. Su vida tuvo que estar repleta de amor, para que llegue a tener una luz como esa. Los espectadores, incluyéndonos a Leo y a mí, estábamos fascinados presenciando algo fuera de cualquier maravilla, la esencia de una persona que cambiaba de blanco a verde, de verde a celeste y devuelta a blanco. Un espectacular momento.

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)Where stories live. Discover now