Capitulo 51: Frío y Calor

164 17 15
                                    


No puedo seguir así. Me despierto, y lo recuerdo. Me cepillo los dientes, y lo recuerdo. Me pongo un zapato al revés mientras lo recuerdo. Y ahora estoy bajando las escaleras, y ese momento viene a mí. Debo calmarme, ya que lo que dijo Leo con sus ojitos:

—Tanto así que, hasta no verte de vuelta, mi mundo seguiría paralizado...

"Hay basta, no quiero pensar más. Leo solo lo dijo tratando de molestarme, no puedo caer en su juego"

—Eh, ¿hermana?

—¡ah! —la veo a Ángela mirándome desde atrás.

—¿Vas a seguir bajando o nos quedamos en la mitad de la escalera hasta que caiga el sol?

—Sí, sí, digo, hay que bajar —me río con nerviosismo.

—Hoy sí que estás rara —Ángela me sonríe mientras bajamos las escaleras y llegamos al living. Yo la miro inclinándome a ella.

—Jose donde pusiste mi-...

—¡Aaah!, me asustaste papá —Esteban se apareció de repente a mi lado.

—Oh, perdón.

"Ah, qué alivio, por un momento pensé que era Leo"

—Buen día.

—Sí, buen día... Leo —se me tensó la sonrisa. Leo solo había pasado por nuestro lado y siguió como si nada. Respiro y me relajo.

"Ves, te dije, no era nada lo de ayer"

_Ama, lo siento, pero... se está hablando a usted misma, o me está hablando a mí.

"Ignórame Pey, solo estoy pasando por un episodio de locura"

_Bien... creo...

—Me voy a la casa de Sereno madre, aviso que no voy a almorzar aquí —dice Leo amagando a la salida.

—Ah, pero apenas desayunaste, ¿y no iras a la hoguera más tarde? —Josephina contesta con una cuchara de madera en la mano.

Ángela y yo sentada en la mesa y comiendo unas tostadas, estábamos escuchando con atención. No dejábamos de masticar.

—Tranquila, la madre de Sereno siempre hace aparecer comida de la nada... Y respecto a la hoguera, no creo poder ir, voy a acompañar a Sereno ya que sigue en cama.

"¿No ira?, bueno, sino estaría Sereno solo en esta festividad"

Mis ojos denotan una sensación de desilusión.

—Pobre chico, sigue enfermo. Bueno, pero cuídate de no contagiarte —Josephina lo saluda. Leo asiente y cierra la puerta detrás de él.

"¿Por qué me siento tan desanimada?" ...

-------------------------------------------------------------


El sol va desapareciendo entre las colinas nevadas del horizonte, y las antorchas que clavaron el día anterior, son encendidas, iluminando todo el camino hasta la fiesta en la hoguera. Veo a varias personas pasar enfrente de nuestra cabaña, mientras espero afuera de ella, a que los demás terminen de abrigarse. Estas noches no son demasiado frías por fortuna, nos tocan días favorables y tolerables. Todos llevaban a cuestas un poco de leña para tirarlo a la enorme fogata, y yo ya sostengo algunas ramas que van a servir en la causa.

—La gente parece emocionada —sonrío con ansias mientras presiono mis pies en la nieve. La divinidad en forma de lobo se para justo a mi lado y lame mi mano —¿vendrás con nosotros?

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)Where stories live. Discover now