Capítulo 32: Las cenizas de un error

299 49 38
                                    


Dos días antes.

Debo plantarme y decir todo lo que pienso. Preguntar por el repentino cambio hacia mí y arreglar las cosas. Todo eso antes de que se vaya, pero... ¿Cómo es que termine detrás de una planta observando a escondidas a mi hermano?, a nuestro hermano, ya que a mi lado Ángela ve muy detenidamente de entre las hojas como una espía profesional. Se bien que no deberíamos hacer esto, pero, aunque lo piense y lo intente, no puedo dejar de observar. Además, sus fuertes y agudas voces prestaban a escuchar.

1—Leo, ¿tienes novia?. Si no entonces, ¿qué te parece si...?

2—Pfff, deja de hacerle preguntas atrevidas e imposible. Pequeña ingenua.

1—Seré menor, pero soy mucho más bonita que tú. Vieja.

3—Claro que prefiere más a alguien como yo, dejen de jugar ustedes dos. Están haciendo una deprimente escena.

Era imposible acercarme en este momento. Leo estaba siendo rodeado por chicas de todos los pisos y edades. Tenían rasgos hermosos y una presencia avasallante, además de pegársele con total normalidad y chillar como animales que querían probar la más sabrosa manzana, una muy roja y jugosa. Realmente las mujeres daban miedo. Era difícil que me lo encontrara en el receso, pero parece que esta vez Leo había decidido salir afuera, cerca de donde Ángela y yo siempre almorzamos. A Ángela se la veía molesta debido a las chicas que se encimaban a él, pero empezó a reír por lo bajo cuando Leo le apartó el brazo a una de las chicas a su alrededor. Luego un chico que desconocía comenzó a dispersar esa masa de gente como alguien que aparenta estar cansado de ello.

—Bueno, bueno niñas. Solo vinimos a descansar al aire libre, y Leo quisiera un poco de tranquilidad, ¿cierto Leo?

—Sí, seria agradable —gesticula una cálida sonrisa.

Ellas de poca gana empezaron a irse de a una, hasta que quedaron solo las más empecinadas en él.

—Lo siento chicas, pero con tranquilidad quisimos decir que nos dejen solos —ese chico vuelve a hablar, pero con una irritada sonrisa.

—¿Ahora que eres?, ¿la voz de Leo? —una chica de cabellos anaranjados le contesta —. No queremos irnos.

Las otras dos le dan la razón y le apartan la mirada fijándola a Leo.

—Lo lamento, pero quisiera estar solo —Leo interrumpe mientras contiene la misma sonrisa.

Las tres chicas asintieron mudas y se fueron con una mirada acaramelada, atontadas por él. Una de ellas a lo lejos aseguro que volvería y otra que lo vería en la clase. Me había sorprendido lo fácil que le fue, mientras que su amigo antes lo había intentado sin ninguna oportunidad. Me parecía extraño, ya que su apariencia no estaba para nada por lo bajo, aunque si lo miraba mejor, era un poco descuidado a la hora de arreglarse y tal vez esa desprolijidad venia de una empobrecida economía, después de todo, aquí hay de todo y para todos. Lástima que hay demasiada gente interesada, no solo por la riqueza, sino por el nivel académico. Intuía que ese chico no era de tener buenas notas, pero no quería sacar conclusiones despreciables y apresuradas.

"¡Ah!, vienen para acá!!

Los veo caminar hacia nuestra dirección, provocando que mis rodillas se inquieten sobre el pasto que hace varios minutos me picaba al estar ya un buen tiempo en la misma arrodillada posición mientras apartaba las hojas que rosaban mis mejillas. A mi lado Ángela me da un suave golpe en el brazo con su codo, llamándome la atención, y con una voz casi muda me dice:

—Calma, no creo que nos hayan visto.

Asiento en repuesta y cuando miro nuevamente hacia adelante me percato de que están a tan solo seis o siete pasos de nuestra planta—de pronto se convirtió en nuestra planta—, devolviéndome el doble de nerviosismo. Estábamos con el fuego en nuestras gargantas preparadas para mentir si nos descubrían, más que nada mi hermana, que debía estar debatiendo cual mentira seria creíble cuando en estas circunstancias no teníamos en donde agarrarnos para salir limpias. Yo lo único que pensaba decir era "me caí"; ¿estúpido verdad?, lo siento, pero en estas situaciones mi cabeza no trabajaba.

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें