Capítulo 30: Espíritu de alto rango

316 55 20
                                    



{— Por favor, llora tus tristezas, no quiero verte de esta manera... Si no dejas ir las penas, terminaras enfrascada en la depresión. Te lo imploro, llora para mí y déjame ser tu consuelo... Nadie te vera llorar, porque la lluvia todo lo limpiará...}

Recordar esas palabras justo ahora, me era imposible de entender. ¿Por qué estoy repitiendo ese momento mientras lo miro a él y a sus brillantes ojos?, ¿qué significado tiene recordarlo?. Pero creo sentir algo diferente, como si Leo no estuviera en esta habitación y hubiera desaparecido, aunque esté enfrente mío. Algo me querrá decir mi corazón para mostrarme aquello, algo que él está guardando en su pecho, en lo más profundo. Estas clases de lecturas de los sentimientos de los demás me ha sucedido antes, me estuvo pasando por un buen tiempo desde que me trasladara a este mundo. Me he demacrado la mente pensando que es una clase de paranoia estúpida, pero empiezo a pensar que es como una habilidad. Aun así, no puedo aclararlo.

"Es él, no puedo estar tan equivocada pensando que no"

No era mucha ciencia descubrir el poder del recién llegado espíritu, pero sí lo cercioré en aquellos ojos rebosantes de energía estática. Parecía que sus pupilas se hubieran encendido y que por ello estuvieran irradiando un resplandor azul muy intenso. Debía controlar el rayo, trueno, y lo que conlleva la energía eléctrica. Daba miedo pensar de más sobre ello.

Lo observo detenidamente, como si el tiempo se detuviera, y lo veo entrecerrar sus párpados con una sonrisa misteriosa y atrevida, pero no emitió alguna palabra, solo me devolvía la mirada. Eso me sorprendió y logró sacudir mi interior. Esta forma de mirar no la conocía, era osada, sin rastros de inseguridad, ni vergüenza. Me sentí atraída como una polilla hacia una lámpara azulada que chuparía toda mi fuerza. Pero no podía apartarme, mi mano seguía queriendo alcanzarte...

"Quiero tocarte"

—¡¡Melody detente!! —Josephina aparta mi mano que casi toca la mejilla de Leo —. Aléjate.

—Tú también Ángela, hazte para atrás. Aún no sabemos cuál es la naturaleza de este ser —Esteban tira hacia atrás a Ángela —No deben saberlo, pero tienen que ser precavidas en estos momentos, ya que el espíritu tendrá el control total de Leo por unos minutos hasta que su corazón y mente logren asimilarlo y mantenerlo bajo control. Lo que sea que diga o haga no será producto de su hermano, sino del carácter del espíritu.

—¿Él ahora no es Leo? —Ángela frunce el ceño intentando entender.

"¿Que no es él?"

La voz de nuestro hermano suena.

—Ooohh, que entrometidos... casi logro que esa niña me entregue su vitalidad. Que molesto.

Nuestros padres estaban en alerta mientras nos cubrían a las dos, debido a el extraño comportamiento de Leo. Calmadamente se sienta en la cama y mientras sigue sonriendo con una fría expresión dice:

—Qué miedo, esas miradas son bastante duras para su querido hijo, ¿no lo creen? —entona una risa falsa, y su espalda se encorva sin importarle lo grosero que se viera —Miren, solo quiero que me entreguen a esa chica y los dejaré vivir. ¡Jo! Que generoso soy ¿verdad?

—Eres un espíritu muy grosero eh —mamá se escucha molesta —apareciéndote un día antes como si nada, y proponiéndonos cosas absurdas.

—Jeje, no pude evitarlo, este chico es perfecto para mí —se aprieta el rostro sonriente —Ahora déjenme a la niña, ¿Melody verdad?

—Tendrás que tragarte tus deseos, espíritu demente —Esteban se acerca a Josephina aumentando la guardia en mí, luego habla por lo bajo —. Esto se está yendo de las manos, Jose, sal de la habitación con las niñas.

TIERRA DE ESPÍRITUS~La chica dorada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora