Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenaza

MELODÍA

{ZETH}

Una melodía inunda el lugar.
La melodía de ese ser.
Una melodía que se hace cada vez más y más audible.
Una melodía tan bonita y tranquilizadora como temible y aterradora.
Una melodía que solo puede indicar una cosa: muerte.
La muerte es bonita, una vez muerto se acaba todo, puedes descansar en paz, pero, a la misma vez, da miedo de solo pensarlo.

- ¡Mirad!- señala Ed Kennedy.
El ser de cabello rubio alza la cabeza y nos mira directamente, desde abajo.
Tiene el rostro oscuro, algo demacrado, pero sin dejar de parecer humano.
Nos muestra sus garras afiladas en vez de uñas.
Y deja de cantar.
Para gruñirnos.
Y acto seguido, grita, un grito espeluznante y gutural que hasta al más valiente le pondría los pelos de punta.

Nos apartamos del borde, casi instintivamente, para que esa cosa no pueda vernos.
"Los muertos regresan al callejón", nos informa Ian.
- Esto no va a ser fácil, necesitamos ayuda- les digo por el walkie.
Parece que con ese grito gutural, el extraño ser ha vuelto a atraer a los zombies... Zombies que no la atacan... Solo la rodean, la protegen...
De nosotros...

De pronto una mujer de cabellera azul, Nelly, desciende por la cuerda de su helicóptero, armada hasta las trancas.
- Bien, empecemos a matar a esos muertos- nos dice mientras me entrega un francotirador y rifles a los hermanos Kennedy.

Bajamos al tercer piso del edificio donde nos encontramos, eliminando por el camino a los zombies ocultos por los oscuros pasillos que vamos iluminando con nuestras linternas.
Nos colamos en un apartamento con vista al callejón y apuntamos a los muertos desde ángulos diferentes.
No sabemos si eliminando a estos zombies, aparecerán luego más, atraídos por el extraño ser que sigue con su lúgubre melodía.
Pero tenemos que despejar la zona para que la tengamos a la vista y una vez que esté descubierta, Ian le lanzará una red metálica desde el helicóptero para atraparla.
Lo primordial es capturarla con vida pero si esto no es posible, nos veremos obligados a matarla.

- ¡Abran fuego!- indica Nelly y comenzamos a disparar.
Poco a poco, los zombies más cercanos a la criatura van cayendo y esta sigue en el mismo sitio, sin moverse.
No será difícil atraparla, parece bastante tonta.
- ¡Ahora!- le indico a Ian desde el walkie.
Esperamos.
Esperamos a que caiga la red.

El ser deja de entonar su melodía.
Deja de emitir algún sonido.
Mira, lentamente, hacia arriba.
Pero no hacia nosotros.
Y, de pronto, emite su grito gutural y se impulsa con sus manos hacia delante, justo cuando la red pasa ante nosotros y cae al suelo con un ruido metálico.

"¿La hemos atrapado?"- pregunta Ian.
Nadie responde, nadie sabe qué ha pasado.
Bajo la red hay un puñado de zombies, pero ni rastro de la extraña.
"¡Maldita sea!", se escucha decir a Ian.
- ¿Hemos fracasado?- pregunto.
" Rotundamente", suspira Ian.
- ¡Otra vez esa asquerosa melodía!- gruñe Miguel Kennedy.
- ¡No, eso es un grito!- exclama Ed.
- Es una llamada- aclaro.
- ¿Más muertos?- pregunta Nelly, mirando por la ventana hacia fuera.
Y entonces, para sorpresa de todos, Nelly sale disparada hacia fuera.
- ¡AAAAH!- grita la peliazul mientras la vemos caer a la montaña de zombies muertos que hay debajo.
Y al mismo tiempo observo algo... realmente... aterrador...
- ¡CERRAD VENTANAS! ¡BLOQUEAR TODAS LAS PUERTAS!- ordeno en gritos-. ¡ESTÁN SUBIENDO POR LAS PAREDES!