BIEN ARMADOS

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{LUKE}

- ¡Nos persiguen!- grito mirando por los cristales de la cabina de piloto.

- Tranquilo, no saben contra quiénes se enfrentan- murmura Hana con una voz cargada de odio, la mejor piloto de las tropas de Mary, una mujer japonesa de unos cuarenta años.

Mientras ella pilota, yo intento ayudarle comunicándole la posición del enemigo, en el asiento del copiloto. No sé pilotar muy bien pero tengo algo de manejo con estos trastos gracias a que en los años de paz de Yanna todos hemos intentado aprender un poco de todo, aunque especializándonos en lo que se nos daba mejor. En mi caso, salvaguardar la vida de la presidenta.

Observo cómo Hana pilota la nave dando suaves y ágiles esquinazos al ataque de las tropas enemigas que vuelan por el aire. Cuentan con más aviación militar que nosotros pero, al menos, ahora que La Forja está llena de mordedores, no saldrán más. Aún hay fe, aún hay esperanza.

- ¡Cuidado con los aviones de caza!- le advierto a Hana, pero esta esquiva sus ataques hábilmente, con solo una movida de sus rápidas manos.

- ¡Son demasiados, Luke!- dice esta, sin perder la calma-. ¡Activa la trampilla! ¡Es hora de usar a los pequeños monstruos!

Asiento con la cabeza y aprieto un botón, obediente.

Entonces se oye cómo las trampillas de nuestra inmensa aeronave se abren y dejan salir dos aviones de caza, a la misma vez que, desde otras dos aeronaves escapan tres más. Con suerte, estos atacarán al enemigo y se olvidarán de nosotros.

Y así es. Conseguimos escapar. Ahora es el turno de esos pequeñines y nuestros cuatro aviones y helicópteros de ataque.

Mientras tanto, nos dirigimos hacia La Forja, a suministrar apoyo aéreo a los que luchan en tierra.

Todo está saliendo a pedir de boca.

Y espero que siga así.

{ZETH}

- Por fin hacemos algo juntos- me dice Kat.

- Aunque muramos en el intento- intento meterle miedo.

- Aunque muramos en el intento- repite ella-. ¿Sabes cuántas veces he dejado que fueras a pelear tú solo, sin mí, y por poco no lo cuentas?

- Pero sigo vivo- le digo, haciéndola callar-. Si quieres retomar la conversación, habrá tiempo cuando acabe esta batalla, pero ahora tenemos que concentrarnos. No es fácil pilotar un avión si la mujer de tu vida te distrae con su dulce voz.

- Calla y pilota- dice Kat, algo sonrojada-. Vamos a destruir a todos esos bichos.

Kat y yo vamos en un pequeño avión de caza, donde solo caben dos personas, una delante y otra detrás, dispuestos a masacrar al enemigo.

Muevo los mandos con gran habilidad, esquivando un misil que iba en nuestra trayectoria. Muevo el aparato haciéndolo dar varias piruetas y de esta forma el enemigo nos pierde de vista.

Un helicóptero de ataque pasa cerca nuestra pero me relajo al ver que se trata de nuestros aliados. Consigo ver a Liam e Ian dentro y los saludo con un movimiento serio de cabeza cuando nuestras miradas se cruzan. Luego, cogemos por caminos diferentes.

- ¡Bien hecho!- me anima mi chica tras derribar a un caza enemigo.

- ¡Lo llevo en la sangre!- le respondo, orgulloso, mientras sigo moviendo el aparato a gran velocidad, buscando una posición estratégica desde donde volver a atacar al enemigo.

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora