OJOS Y OÍDOS

878 77 15
                                    

{RACHEL}

"El Comienzo, ese lugar idílico al que solo los elegidos podrán llegar. Si crees que eres digno merecedor de ellos, estaros atentos a las nuevas noticias."
- No consigo rastrearlos- suspira Zeth-. Es básicamente imposible. Estamos ante un enemigo digno de recordar.
- ¡Pues exijo que nadie pueda escucharlos! ¡Sé lo que intentan! ¡Quieren poner a la gente a su favor!- digo bastante nerviosa.
- Rachel... ya es demasiado tarde...- replica Liam-. La gente ya ha escuchado sus transmisiones. No podemos confiscar todas las radios, no sería justo cuando todos están pendientes de ellos. Quieren saber qué pasa, qué ocurre en todo momento. Ya están bastante cabreados por tardar en revelarles la aparición de los mutantes.
- ¡Me da igual! ¡Hay que hacer algo!- exijo.
- No- dice Kat-. No podemos hacer nada. Si les quitamos las radios se mosquearán y será entonces cuando se vuelvan en nuestra contra y empiecen las rebeliones. Lo único que podemos hacer es seguirles el rollo... y ponerlos a nuestro favor. Combatir contra el enemigo en una batalla dialogada para hacerles saber que lo suyo es solo una trampa. Que aquí estarán a salvo. Y mientras tanto, mandaremos partidas de búsqueda en secreto.
- Opino lo mismo que Kat- asiente Liam.
Cierro los ojos e inhalo aire lentamente para luego soltarlo.
- Está bien. Supongo que me tocará a mí volver a hablar- suspiro.
- Eres la presidenta- se encoge de hombros Zeth.

Al día siguiente, reunimos a toda la multitud de Yanna en el Teatro Real que terminamos de construir hace varios años. Es perfecto para ocasiones como esta en las que se quiere reunir a toda o casi toda la población de Yanna.
Hace muchos años tendría cierto pánico escénico a mostrar un discurso ante miles de personas. Ahora, estoy totalmente preparada. Haré lo que sea por proteger Los Nuevos Estados Unidos, mi gran nación. Hemos progresado mucho todos estos años para que ahora demos un paso atrás por culpa de tres gilipollas que vengan a formar el caos.

Una vez que todos se han sentado y están preparados, me dispongo a hablar en el centro del escenario, admirando el tono cálido y rojo de la sala. Solo hay unas luces blancas que se dirigen hacia mí.

- ¡Me alegro de que os hayáis presentado todos aquí en este soleado pero no tan alegre día!- exclamo ante la gran multitud, que observa expectante al no saber de qué se trata esta reunión tan urgente, aunque la mayoría lo sospecharán-. Como muchos habéis estado oyendo estos días, unos tipos que se hacen conocer como Los Tres Grandes han proclamado ser los culpables del apocalipsis. Y tan claro, sin ningún filtro, sin ningún temor. Y veo que seguís escuchándolos, queriendo saber que más tienen que decir. Hablan de un lugar idílico, el paraíso. Los responsables de que nuestras familias, amigos, antepasados, hayan muerto. Son los mismos que ahora quieren salvarnos. Y lo que más me preocupa es que hay muchos de vosotros que podríais ser fácilmente influenciados. ¡Por tres locos psicópatas!
Mi voz resuena en todo el estadio y, para mi sorpresa, el público está en silencio, esperando a que diga algo más.
- ¡¿Acaso no tenemos nuestro paraíso aquí mismo, en Yanna?! Todos estos años hemos estado creciendo juntos, evolucionando, protegiéndonos. Y seguimos vivos. La unión hace la fuerza. Y no la separación. Debemos seguir unidos para encontrar a los culpables de que los muertos puedan comernos, para encontrar a los culpables de los mutantes. De nuestra perdición. Y nunca, nunca, hacerles caso en nada de lo que digan. Solo así conseguirían lo que ellos quieren. Así que...
Sigo hablando pero mi voz ya no resuena por la gran sala.

- ¿Qué le ha pasado al micro?- le pregunto a Zeth, que se encuentra detrás del telón, manejando los aparatos.
- ¡No lo sé! ¡Se ha cortado de repente! ¡Todo mi sistema se ha colapsado! ¡Parece... que estamos siendo hackeados!- exclama con temor.
- No...
"¡Buenas, buenas, buenas!"
Tres voces metálicas distintas resuenan en la sala.
- ¡Apágalo todo!- le ordeno a Zeth.
- Me temo que no puedo- dice algo alterado-. Si lo hago, saltará un cortocircuito y el estadio entero podría salir volando.
Entonces comprendo que nos están ganando, que están por encima de nosotros.
Que nos controlan.
Que controlan el mundo.
"Al habla Los Tres Grandes. Sabemos que vuestra líder quiere ponernos en nuestra contra. Pero nosotros no intentamos poner a nadie en favor o en contra. No se trata de eso. Se trata de que somos los dioses del nuevo mundo. Se trata de que lo controlamos todo. Y de que sabemos perfectamente lo que va a ocurrir. De todas las muertes que os esperan. Menos a los elegidos. Los verdaderos supervivientes del apocalipsis, los Adanes y Evas de La Nueva Era."
- ¡Lo tengo!- exclama Zeth.
Cojo el micro y vuelvo de nuevo al escenario.
- ¡¿Qué es lo que queréis?! ¡Dejadnos en paz! ¡Intentamos vivir una vida medianamente normal después de todo lo que hemos pasado! ¡Ya somos unos verdaderos supervivientes! ¡No necesitamos a nadie más para que nos pongan a prueba!- grito al micrófono, intentando no perder la calma.
"Oh, querida Rachel Blair. Qué poco sabes. Eras un peón de nuestro juego desde el inicio. Si estás en el lugar en el que estás hoy es porque así lo hemos querido."
La voz metálica me pone los pelos de punta.
¿Qué ha querido decir?
- ¡No me habéis respondido! ¡¿Qué queréis de nosotros?! ¡¿Cómo me estáis escuchando?!
"¿Que qué queremos? Todo y nada. Solo que sigáis las reglas si queréis un sitio en La Nueva Era. ¿Que cómo os escuchamos? Fácil. Hemos empezado a jugar desde el inicio del apocalipsis. Tenemos ojos y oídos. Ojos y oídos en todas partes. Somos dioses, ¿recuerdas?"
Trago saliva.
No quiero admitirlo, pero tengo miedo.
- ¡¿Por qué no dais la cara?! ¡Sois unos cobardes!
"Oh, nos hubiera encantado conocerte en persona. En realidad, ya lo hemos hecho, pero no sabiendo quiénes éramos. En fin, ha sido todo un placer, Rachel Blair. Has sido la mejor presidenta que una nación ha podido tener. Pero tu hora ha llegado."
Miro a todos lados sin entenderlo.
¿Cómo que mi hora ha llegado?
Ojos y oídos.
En todos lados.
Liam viene corriendo hacia mí.
Zeth también.
Me empiezan a alejar del centro del escenario justo al mismo tiempo que comienzan los disparos.

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaWhere stories live. Discover now