YANNA

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{RACHEL}

- Hay más- le digo a Kian, el piloto, y a Jeremy, que se encuentra a mi lado-. Pero lo que Azula... Aledis... quería que todos supieran ya lo saben.

- ¿Qué es todo lo demás entonces?- me pregunta Jeremy, curioso, sin saber si debería preguntar o no.

- Aparte de los detalles de la composición de la niebla verde, hay fichas de la composición y todo el proceso que le llevó para descubrir La Cura, aunque no se trate de una cura real, solo una momentánea que puede hacer efecto en un plazo de veinticuatro horas pero eso es algo que todos saben ya, obviamente. No es ningún secreto de estado. En realidad esta mujer... hizo grandes cosas por la humanidad...- miro a Jeremy directamente a los ojos y este soporta mi mirada-. Ella sola. Mucho más de lo que yo podría haber hecho por todos ellos.

- Tú también has hecho grandes cosas...- me dice el hombre pelirrojo-. Tú te has encargado de levantar una gran nación de la nada, de cero.

- No, yo me he encargado de construir una nación basada en una mentira, una idea falsa- le corrijo, refiriéndome a Yanna.

- Tú no lo sabías- me dice él.

  - De todas formas todo lo demás será destruido por los mutantes. Todo habrá sido en vano- le confieso algo desanimada.

- Rachel, no te conozco tanto, apenas hemos hablado. Sé que solo soy un extraño más, un extraño que no pertenece a tu círculo más cercano. Ni siquiera me he quedado en Yanna más de dos meses seguidos. Pero déjame decirte que vi crecer América de la nada. Y todo gracias a ti. También has dirigido las tropas del ejército, implantado leyes. La tuya no ha sido una tarea nada fácil y quizás ahora, cuando todo se ha venido abajo, con Yanna hundida y perdida, con todo lo que has reunido y conseguido a lo largo de los años ahora muerto, te de la impresión de que no has conseguido nada. Pero te equivocas, Rachel Blair, tú has unido a las personas, es lo que mejor se te da. Tú mantienes el control y, por lo tanto, no deberías perderlo.

- Estoy totalmente de acuerdo- opina Kian, que ha estado escuchando toda la conversación.

- Así que déjate de tonterías y haz lo que mejor sabes hacer. Une a las personas, mantén el control y juntos derrotaremos a los mutantes de una forma u otra- me anima Jeremy y me seco unas cuantas lágrimas de la cara.

- Gracias por tu apoyo, en serio- le contesto algo emocionada y vuelvo a mirar los papeles que tengo entre las manos-. También hay una lista de todas las bases militares o búnkeres que conquistaron Los Tres Grandes, lo que nos puede dar una pista de por donde andan los mutantes. También aparece que muchos puntos importantes del gobierno anterior al apocalipsis consiguieron salvarse escondiéndose en sitios seguros como esas bases militares y ellos se encargaron de destruirlos a todos, acabando con las vidas de algunos antiguos presidentes, solo porque querían que la suya fueran la única política, aunque esperaban a ver cómo crecía nuevos gobiernos con la esperanza de destruirlos a todos cuando llegara el momento.

- Esos cabrones lo tenían todo planeado- murmura Kian con un tono de asco en su voz.

- No habríamos tenido ninguna posibilidad contra ellos- suspiro-. No sin las armas de Aledis.

Ojeo los papeles restantes de los informes: algunos puntos seguros del apocalipsis, bases militares con tecnología avanzada o puestos con armas o vehículos que bien pueden estar ya destruidos o saqueados. Y también aparece la localización del lugar que ellos conocían como "El Comienzo".

- Tú sabes donde está ese sitio, ¿verdad?- le pregunto a Kian.

- Sí, en medio del Océano Índico- me contesta-. Vamos hacia allí, ¿no? O quizás lo haya dado por supuesto...

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora