EL SONIDO DE LA MUERTE

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{ZETH}

Alzo el fusil.
Disparo.
Los hermanos Kennedy cierran las puertas.
Yo me acerco a las ventanas para bloquearlas.
Entra uno más y retrocedo instantáneamente.
Apunto y disparo.
Sus sesos salen por la ventana por la que ha venido.
Las cierro y les echo el cerrojo.
Vienen.
Vienen más.
Ya golpean las puertas, se han internado por todo el edificio.
- ¡Saben que estamos aquí, van a derribar la puerta!- exclama Ed.
- ¡Amontonad cosas para que aguante!- les indico y estos me hacen caso.
Mientras dos zombies trepadores golpean las ventanas, me apresuro a cubrir los cristales con papel para que no puedan vernos.
- Ya está todo- avisa Miguel Kennedy-. Tenemos que avisar a los demás.
Saco la radio y me comunico con los demás.
"¿Qué ha pasado ahí abajo?"- pregunta Ian por radio-. "¡Mario está gritando como un loco, ha empezado a alejar su helicóptero de la zona!"
- Nelly. Ha caído- aviso-. Estamos rodeados. Son muchos. Trepan... Avisad a Yanna.
"Está bien, intentaremos proporcionar algo de apoyo desde aquí arriba. Tened cuidado"- termina y corta la comunicación.

Empieza a escucharse disparos.
Ian nos está ayudando pero él solo no va a poder con todo esto.
Cargo mi fusil.
Estamos en silencio, atentos a lo que pueda pasar.
Los zombies no paran de golpear la puerta, estos no son normales, los normales se habrían ido luego de no escuchar ni ver nada que les indique que hay comida.

El walkie transmite una señal, lo activo.
"Se nos acaba el combustibles y a menos que aterricemos, no tendremos para volver. Mario ha desaparecido, no vemos su helicóptero ni contesta al walkie. Hemos conseguido eliminar a una gran parte de los trepadores pero no podemos hacer nada más. La radio se ha quedado sin batería, he avisado a Yanna de la situación, tal vez manden ayuda. Lo dejo todo en vuestras manos. Aguantad."- nos informa Ian.
- Ya lo habéis oído- les digo a los hermanos Kennedy.
- No vamos a poder aguantar hasta que lleguen- dice Ed.
La puerta tiembla.
Siguen queriendo entrar.
Los muebles amontonados no van a impedir que entren.
- Todo está en nuestras manos. No podemos morir aquí- les animo-. Cargad vuestros fusiles y matad a todo muerto viviente que encontréis.

Cada vez parecen más.
Cargamos y apuntamos.
Está a punto de ocurrir.
En cualquier momento.
Estamos alertas.
No son zombies normales.
Son más ágiles, más fuertes, más enérgicos, más inteligentes, tal y como mencionó el pelotón 166.

- Ahí vienen...- anunca Miguel al ver que la puerta empieza a resquebrajarse.
- Acabemos con esto de una vez- murmuro y llega el momento.
La puerta se derriba, permitiéndole el paso a los zombies trepadores.
Se amontonan unos encima de otros.
Corren a por su comida.
Se hacen una bola ellos mismos.
La habitación se inunda de muertos.

{HOPE}

- ¡A callar, basta de susurros!- ordena mi madre mientras pilota.
- Tía, tu madre da miedo- me susurra Elias.
- Lo sé, por eso más os vale no meteros con ella.
- ¡Eh, que os estoy escuchando!- dice mi madre desde la cabina.

Aceptó participar en la misión al instante, sin decirle nada a nadie. En cuanto le dije que papá estaba en peligro, nos ordenó que la siguiéramos.
Y eso hacemos.
Seguir a una leyenda.
Estamos armados y preparados para lo que se avecina.
Vamos a salvarlos.
Y a capturar a esa cosa.

- Vamos, no te duermas- me susurra Andrew moviéndome el hombro.
- Lo siento, es que tengo miedo. No quiero que le pase nada malo a Zeth...
- Tranquila, tu padre estará bien. Sabes de sobra quién es. Tus padres son inmortales, yo que tú no me preocuparía- me dice acariciándome el pelo.
- Lo sé, pero es imposible no estar preocupada...
- ¡Hemos llegado!- anuncia Kat-. ¡Los veo, os voy a dejar sobre ese edificio y vosotros os encargáis!
Observamos la situación por las ventanillas.
Un sinfín de infectados rodean a tres personas en el ático de un edificio.
Y una de ellas es mi padre.
Están en apuros.
Esos seres no paran de llegar.
Era verdad...
Trepan...

- ¡Ya está! ¡Id bajando! ¡Confío en ustedes!- nos dice mi madre y uno por uno, comenzamos a bajar.

{ZETH}

No veo nada.
Solo zombie y más zombie.
Disparo alocadamente.
Utilizando mi instinto de supervivencia.
No sé cómo hemos acabados acorralados.
Conseguimos salir de la habitación pero por poco no lo contamos.
Creo que me han mordido, no he tenido tiempo para comprobarlo.
Siguen subiendo.
Siguen llegando.
Y nosotros seguimos disparando.
Sin parar.
Hasta que las balas se agoten.
Hasta el último momento.
Intentaremos sobrevivir.
Y, con todo el ajetreo, apenas me doy cuenta de que nuestra ayuda ha llegado.

Una explosión abre un camino entre los zombies, un camino que vuelve a cubrirse.
Gritos de guerra y gemidos de muertos.
El sonido del filo de una espada cortando huesos.
El sonido de una ametralladora.
El sonido de una explosión.
El sonido de las balas.
El sonido de la muerte.
Y el sonido de la vida.

Algo me roza por detrás mientras sigo disparando a los zombies que quedan y me giro en posición de ataque.
- Me debes una- me sonríe mi pequeña y le devuelvo la sonrisa.
- Siempre intentando salvarme- le sonrío débilmente, recordando los momentos en los que ella evitaba que discutiera con Kat, salvando siempre la familia.

Poco a poco, acabamos con los zombies.
Una gran montaña de muertos nos rodean.
- ¡Cuidado!- grita Hope a la misma vez que tres zombies vienen corriendo hacia mí a tal velocidad que es imposible esquivarlos.
Saltan.
Saltan hacia mí.
Los tres.
Y caen.
Caen ante mí, uno por uno, con una daga en el cráneo.
Miro hacia la dirección de donde han venido las dagas.
Un zombie lento, aún vivo, se acerca a Kat.
Esta lo derriba con su bate de pinchos.
Ella, ella me ha salvado.
Mi familia.
Siempre me han protegido.
Y yo a ellas.

Kat mueve su corto cabello de un lado a otro y se acerca lentamente a mí.
Abro los brazos para abrazarla.
Pero en vez de eso me da un puñetazo en el hombro.
- Esto por asustarme- me dice y luego me abraza.
- ¡Anda, pero si la señorita Prior tiene un lado tierno!- se burla una chica, Annie creo que era.
- ¡A callar!- le grita seria y luego me roba el walkie del bolsillo-. ¿Hola? ¿Alguien responde? Necesitamos saber la posición del bicho ese que ha provocado todo esto.
"Al habla Ian. No sé que haces aquí, pero me alegro de oírte, soldado Prior. La situación del monstruo es desconocida. Estamos sobre un edificio a unas manzanas al norte. Regresad y..."
El walkie se corta porque recibimos otra llamada.
Puede ser él.
Es él.
Mario.
"Se... se ha acabado... Ya se ha acabado todo..."

Ponemos rumbo hacia donde se encuentra Mario.
Lo encontramos sollozando en un descampado desierto, con unos cuantos cadáveres de zombies, y... el de Nelly.
Su cuerpo rasgado, destrozado, destripado, con marcas de arañazos de ese ser...
- Ha... ha luchado hasta el final...- murmura Mario, señalando algo con la cabeza.
Y allí está, entre unos matorrales.
Muerta.
Muerta del todo.
El monstruo de cabellera rubia que dirigía a sus mascotas con una melodía escalofriante.
La hemos atrapado.
No, nosotros no, Nelly lo ha hecho.
Aunque haya dado su vida por ello.

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaWhere stories live. Discover now