NAHANNI

1.2K 114 13
                                    

{ALEX}

- Esto es Canadá- le digo a Jade luego de desembarcar el barco.
- ¿Cómo estás tan segura?- me pregunta mi mejor amiga.
- He sacado sobresaliente en historia. Sé manejarme en los mares y orientarme con una mísera brújula- le respondo algo orgullosa.
- ¿Estás segura de que aquí encontraremos a tu padre?
- No- le respondo equipándome con la mochila de provisiones a mi espalda-. Pero encontraremos algo mejor.

Caminamos durante todo el trayecto.
Estamos bien abrigadas, lo cual es bueno debido al frío temporal de estas tierras.
Estamos solas pero eso nos basta, no nos hace falta nadie más, somos fuertes y hacemos buen equipo.
Descansamos a la luz de una hoguera que nos calienta.
No corremos peligro, esta zona está bastante desértica, el frío ahuyenta y frena a los zombies.

Cuando la luz del alba asoma por el cielo, Jade, que se había quedado haciendo guardia después de mí, me despierta para seguir nuestro camino.
- ¿Estás segura de que ese amigo tuyo sigue aquí?- me pregunta Jade, ansiosa por llegar.
- Sí, estoy segura- asiento con la cabeza-. Ya verás.

Tras varios días de caminata con la sola interrupción de un zombie lento y varios ciervos, llegamos a nuestro destino: el parque nacional Nahanni.
- ¿Ves esas montañas altas?- señalo al horizonte.

- ¿Ves esas montañas altas?- señalo al horizonte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jade asiente con la cabeza.
- Bien, tenemos que rodearla para poder entrar por el único camino posible. A menos que prefieras escalar- le digo mirándola de reojo.
- Sigamos caminando- dice esta negando con la cabeza.

Rodeamos las montañas y nos encontramos con una barricada que impide el camino, vigilado por unos guardias que nos apuntan con unas lanzas.
- ¿Quiénes sois? ¿De dónde venis?- nos preguntan, alertas.
- Alex y Jade. Venimos de Yanna, solicito hablar con vuestro líder, Yumalay, decidle que soy Alex Blair- le contesto segura.
Uno de los hombres desaparece.
- ¿Cómo conocías la existencia de este lugar?- me pregunta Jade.
- ¿Recuerdas el año pasado cuando desaparecía tantas veces sin motivos y apenas quedaba con ustedes?
Jade asiente.
- Digamos que tuve un romance con este chico, Yumalay, me enseñó varias cosas, gracias a él sé moverme por los mares y orientarme por el mundo. Me enseñó que el mundo puede ser muy grande pero no por ello no tengo por qué estar a la altura, que puedo ser tan grande como el propio universo- le explico-. Su familia decidió mudarse a un lugar tranquilo y lejos de la sociedad por lo que esta pequeña comunidad no está conectada con las demás y pocos saben de su existencia. Antes de partir de Yanna, me confesó hacia dónde se dirigían, él ya había estado aquí antes y quería iniciar una nueva vida, conmigo incluida, pero no fui capaz de abandonarlos a todos, a mi hermano, a mi madre, a ti.
- Entiendo- responde esta-. ¿Pero nuestro objetivo no era ir a por tu padre? ¿Por qué paramos aquí?
- Porque no tengo ni la más mínima idea de donde puede estar y él nos puede ayudar- le aseguro.
- ¿Alex? ¿Alex Blair?- nos interrumpe una voz, una voz que me produce una especie de electricidad por todo mi cuerpo-. ¿Realmente eres tú?
Un joven moreno de cabello algo largo se acerca a nosotras, con pasos seguros y aspecto galán.
Doy unos pasos hacia él.
Yumalay se planta a cinco centímetros de mí, mirándome fijamente, estudiando mi rostro, como intentando averiguar si soy real.
- Soy yo, Yuma, he vuelto- le sonrío levemente.
- ¡Pueden pasar!- ordena este y nos abren paso a través de las barricadas.

Nos proporcionan una cabaña pequeña para las dos.
Están bien abastecidos con las plantaciones y la caza, por esta zona hay muchos animales.
No son muchas personas, no llegarán ni a media centena, pero se las apañan bien.

Alguien llama a nuestra puerta.
- Alex Blair, el líder solicita vuestra presencia- me pide un guardia.
- Está bien- asiento con la cabeza y me giro hacia Jade-. Volveré pronto, cúidate.

El guardia me dirige hacia una cabaña algo más grande.
Yumalay me está esperando fuera.
- Pasa, por favor- me pide sujetándome la puerta.
Paso segura al interior.
Yuma cierra la puerta tras mis pasos y se acerca deprisa hacia mí.
Me coloca sus dos manos en mi cara y pega sus labios a los míos.
Un beso que pronto se vuelve más intenso.
Pero lo paro a tiempo.
- Yuma- le digo-. Yo también te he echado de menos, no sabes cuánto, pero no he venido hasta aquí por eso.
- ¿Y entonces?- me pregunta ladeando la cabeza.
- Tú fuiste mi maestro, mi mentor, durante algo más de un año. Y no solo eso, fuiste mi amigo. No- corrijo-, fuiste algo más que eso. Nadie te conoce ni te entiende tanto como yo. Me gustaría quedarme aquí contigo, ya soy algo más mayor y no dependo de mi familia ni amigos. Podríamos hacer realidad aquello que me propusiste hace menos de un año. Pero antes tengo cosas que hacer. Y necesito que me ayudes.
- Soy todo oídos.
- Necesito...- hago una pausa cerrando los ojos, es la primera vez que voy a decir esto en voz alta-. Necesito que me ayudes... a matar a mi padre.

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora