Los corazones de piedra de Pewter

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En la entrada a Ciudad Pewter...

- Veamos si entiendo: estás planeando entrar a la Conferencia Índigo, empezando por ganar tus ocho medallas. – Misty hablaba en un tono que era una extraña mezcla de conversación e interrogación, mientras los dos bajaban por la colina de entrada al valle donde se localizaba Ciudad Pewter.

- Sip. – dijo Ash simplemente.

- E imagino que eso quiere decir que planeas desafiar al líder de gimnasio de Ciudad Pewter, ¿correcto? – volvió a preguntar la pelirroja.

- Pi-Pikachu Pi. [Preferiblemente sin tener que ir a aquel molino, que me estrangulen hasta casi asfixiarme dos veces y haber ganado solo porque se activaron las rociadoras contraincendios.]

Ash tuvo un respingo por dentro ante el recordatorio de que varias de sus "victorias" más tempranas fueron menos cosa de victoria y más recompensas por lástima o gratitud. Eso y que detestaba ganar por circunstancias injustas. Todavía se sentía mal por lo que pasó en el Gimnasio Mauville, cuando Pikachu estaba supercargado durante su batalla con Watson. Fue trampa, directamente o no, y eso era algo que Ash podía soportar en nadie, particularmente en sí mismo.

- Ese es el plan. No hay mucho que ver Pewter a menos que seas geólogo o astrólogo. – replicó Ash.

- Imagino que ya sabes que los Pokémon de tipo Roca son superefectivos contra los de tipo Volador e Insecto, y que la mayoría de los que hay en Kanto también son en parte tipo Tierra, lo que quiere decir que no puedes usar electricidad para derrotarlos. – dijo Misty.

- ¿Pi? [¿Qué tal si apuntamos al cuerno y esperamos lo mejor?]

Ash se preguntó cómo fue que pasó aquello, y decidió que esta vez mejor no iba a fiarse de su suerte. Considerando que los Pokémon parecían algo diferentes (más agresivos para empezar) en la nueva línea temporal, tuvo la extraña idea de que no podía usar lógica Gainax para superar las leyes de la física con poder y genialidad solamente.

- Bueno, Pikachu logró perfeccionar Cola de Hierro mientras estuvimos en el bosque. – señaló Ash. Misty tuvo un pequeño escalofrío involuntario ante el pensamiento de haber tenido que pasar por ese bosque. – Acero le gana a Roca.

- ¿Sabes algo? Me preguntaba por qué le enseñaste Cola de Hierro. ¿No tendría Demolición el mismo efecto, pero con más versatilidad?

- ¿Pikachu puede aprender Demolición? – El ratón sobre su hombro se quedó viéndolo, pues él tampoco tenía idea de si podría aprender ese ataque.

- Cola de Hierro todavía funciona, si quieres que tu Pikachu tenga un movimiento capaz de dañar a un tipo Fantasma-Tierra. Es solo mi opinión, claro. – comentó Misty encogiéndose de hombros. – Ahora que lo pienso, creo que esto resulta bien. Hay algunas cosas que necesito ver mientras estamos aquí, y si tengo razón, resultarán muy bien para nosotros.

Ash y Pikachu se quedaron viéndola, confundidos por esa expresión pensativa que tenía. ¿Estaría tramando algo?

En ningún momento mientras iban hacia la ciudad, mientras Misty hacía sus planes o discutía la lógica entre usar Cola de Hierro o Demolición, se encontraron con un vendedor de rocas. Ash pensó que era una lástima, no solo por la posibilidad de ver al padre de Brock, sino porque también esperaba llevar consigo una colección de rocas pesadas e inútiles como un peso adicional por el resto de su viaje. Sí, como no. Tal vez Gary ya hubiera sido lo bastante idiota para comprarlas él... improbable, pero soñar no costaba nada.

(--0--)

A las puertas de Ciudad Pewter, un poco después...

Pokémon Reset BloodlinesWhere stories live. Discover now