Pokémon Reset Bloodlines

Después de la tormenta, antes de la Liga

Pueblo Paleta...

- Comenzando este año, ¡la primera ronda de la Liga Pokémon se llevará a cabo en formado de Battle Royale! ¡La batalla tendrá lugar entre todos los competidores hasta que solo queden los mejores 16 y cada competidor solo podrá usar a un solo Pokémon!

Sintió que apenas acababa de despertar para oír las declaraciones de Goodshow mientras el enorme estadio donde se encontraba parado explotaba, y en varios puntos de manera muy literal. Ataques de Pokémon volaban por todas partes, la gente corría, y un gigantesco número 151 que aparecía en la gran pantalla comenzaba a disminuir rápidamente.

Él mismo apenas evitó un Disparo de Seda que lo habría enredado como un villano de Spinarak-Man antes de volverse hacia Pikachu.

- ¡Muy bien, compañero, podemos hacer esto! ¡Vamos, Pikachu!

- ¡Pikapi!

Se detuvo momentáneamente ya que no recibió una traducción de lo que Pikachu quiso decir con exactitud. Entendió la idea general, tal vez no tenía un número exacto de cuánto tiempo habría pasado, pero ya conocía a Pikachu lo suficiente como para tener una idea general de lo que quería decirle.

Pero esta vez... ¿estaría otra vez en alguna clase de sueño?

*¡BOOM!*

Saltó hacia un lado para evitar a un Bellsprout achicharrado, que había salido desde la dirección de Paul y Electivire. Los dos tenían sus características sonrisas de superioridad, que rápidamente se transformaron en algo mucho más propio de él y Pikachu.

Hacer un baile de victoria.

Sip, este era uno de esos sueños de nuevo. Paul no bailaba, jamás lo había hecho y jamás lo haría en su vida. Ciertamente tampoco se pondría a cantar algo como "ganador, ganador, pollito al vapor", mientras lo hacía, eso era incluso menos propio de Paul que bailar.

Lentamente se dio la vuelta de lo que veía en su sueño, y vio que el Pikachu del sueño echaba chispas contra una masacre de Pokémon que reconocía de batallas pasadas. Un Blaziken, un Cacturne, un Empoleon, un Lucario, y el Meowth del Equipo Rocket.

Todos listos para atacarlos a la vez y noquearlos.

- ¡Pikachu, usa Atactrueno!

- ¡Pikachuuu!

Los cinco terminaron fritos en un instante, echando chispas por un momento antes de colapsar cocinados a término medio mientras el número audiblemente disminuía cinco veces.

- ¡Bien hecho, amigo! Ahora vamos por Paul. Pikachu, usa Ataque Rá...

El número volvió a bajar audiblemente una vez, y la caída con golpe seco de un enorme objeto les alertó a él y al Pikachu de sueños al hecho de que Paul acababa de caer. Estaba casi listo para ver a un Tobias de sueños, listo para pelear con una versión de sueños de él mismo en lugar de ver la versión de aquel entrenador de Darkrai insultarlo sin razón alguna.

Pero no llegó ni a eso. Al contrario, no pudo ser más diferente.

- Bailando delante de un carnero. Pero qué bobo, espero que los de tu clase tengan algo más de aguante con mi lanuda que ese de allá.

- ¿Chu?

Estuvo de acuerdo con el Pikachu de sueños, no tenía idea de lo que la entrenadora que acababa de ver y no reconocía acababa de decirle. Era una chica, más o menos de su edad con piel pálida, ojos grises y pelo platinado. Llevaba puesta una chaqueta gris, falda rosa, y unas botas largas de color marrón. Tenía con ella un Pokémon que no reconocía: se parecía a un Mareep, pero tenía lana de color blanco pálido y piel negra. ¿Sería un Mareep Alolano?