Recuerdos, hambre y malos tratos

1.7K 131 190
                                    

Con Giovanni, Torre Realgam, Orre...

Hacer tratos con otros grandes nombres en el bajo mundo criminal, en el mejor de los casos era peligroso y arriesgado. Giovanni estaba muy lejos de ser la única mente maestra criminal en el mundo; en casi todas las demás regiones tenía al menos uno capaz de rivalizar con él. No obstante, si bien generalmente se limitaban a mantener su influencia dentro de sus regiones nativas, no faltaban los que tuvieran agentes en otras, para estudiar a la competencia. Después de todo, si el Equipo Magma llegaba desarrollar una bomba capaz de destruir un lago, habría otros que querrían conseguirla para ellos. El Equipo Galactic de Sinnoh tenía un extraño deseo por averiguar los secretos de los lagos de la región. Giovanni no tenía idea del por qué, solo que tenía algo que ver con una leyenda.

El Equipo Rocket, por otro lado, era muy diferente de esos fanáticos chiflados de los otros equipos criminales; solo creían en una cosa, y era en obtener un beneficio. Nada de profecías, nada de destruir al mundo, solo beneficiarse. Por tanto, su tecnología siempre era desarrollada con propósitos monetarios en mente, aunque dichos proyectos no siempre resultaban como Giovanni esperaba. Algunos dispositivos pensados para hacer dinero con ellos terminaban fracasando en el proceso, volviéndose inútiles. Sin embargo, tampoco servía de nada dejarlos guardados en el almacén, cuando podías venderlos a otra organización criminal a cambio de una módica suma, en lugar de esperar a que algún espía infiltrado decidiera robarlos o destruirlos, eso eliminaría por completo su valor potencial. Particularmente cuando Giovanni no podía entender por qué estarían interesados en adquirirlos.

- Oh, llegas temprano, Giovanni.

El hombre de traje, acompañado por seis soldados como guardaespaldas flanqueándolo, vio caminar hacia él a un hombre que se veía mucho más joven que él, que llevaba puesta una bata de laboratorio de cuello alto, con un largo mechón de cabello cayéndole en zigzag por un lado de la cabeza. Con sus gafas delgadas y puntiagudas, y esa sonrisa arrogante, tenía un aspecto particularmente malévolo. Giovanni solo se quedó viéndolo fijamente, como si intentara intimidarlo, pero el sujeto solo se rio macabramente.

- No tienes por qué ponerte tan malhumorado conmigo. Soy Ein, Administrador de la división científica de Cipher. Me dijeron que tienes algo para nosotros.

- ¿Traes el dinero? – preguntó Giovanni sin rodeos.

No había venido a este lugar para charlar. De ningún modo planeaba quedarse en Orre más de lo necesario. La región no era más que un agujero infernal y miserable, y extremadamente caliente para su gusto (agregando además el traje negro que llevaba). Su potencial cliente, sin embargo, no pareció gustarle esta particular muestra de desdén.

- ¿Por quién tomas a los de Cipher, Giovanni? ¿Es que no ves este proyecto en construcción? – le cuestionó Ein con orgullo, extendiendo los brazos para hacer énfasis en la enorme torre color marfil que estaba siendo construida en el medio de esa tierra desértica y desecha. – Esta torre cuesta más que la totalidad de Pueblo Pyrite y la Aldea Agate combinados, y seguramente costará mucho más que esa elegante Ruta Ciclista que ustedes construyeron en Kanto. No tienes que preocuparte por tu dinero.

Fue entonces que un soldado... o "peón", con el uniforme de Cipher, descendió del techo, con un enorme maletín a la mano. Sin tardanza se lo entregó a Ein, que lo abrió para presentarle sus contenidos a Giovanni.

- Un millón, como lo prometimos.

Giovanni se quedó viendo por unos segundos el dinero, antes de levantar la mano. Uno de los soldados que lo escoltaban dio un paso al frente, sacando un dispositivo que parecía una computadora manual, la cual proyectó sobre los billetes un muy visible rayo de luz púrpura, escaneándolos. Ein no pudo evitar arquear la ceja, algo sorprendido por esto.

Pokémon Reset BloodlinesWhere stories live. Discover now